La actividad en el sector de servicios de Brasil retrocedió en marzo a su ritmo más acelerado en al menos cinco años, lo que refuerza la idea que este mes el Banco Central recortará más drásticamente las tasas de interés, en momentos en que los datos económicos arrojan más dudas sobre la tan esperada --y anunciada-- recuperación.
El sector redujo un 2,3% su nivel de actividad desde febrero, tras ajustes por estacionalidad, la mayor caída en la serie histórica que data del 2012, informó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
La entidad también revisó a la baja los datos de meses previos. Los servicios crecieron 0,4% en febrero desde enero, en lugar de 0,7% como se había reportado originalmente, y permanecieron estables de diciembre a enero, frente a una lectura previa de avance de 0,2%.
La actividad del sector servicios se contrajo un 5,0% en marzo respecto al mismo mes de 2016.
El desempeño peor al esperado de las compañías de servicios siguió a informes que mostraron la mayor caída mensual en 14 años en las ventas minoristas y una desaceleración de la tasa de inflación a su nivel más bajo en casi 10 años, consecuencias de la peor recesión del país, que empezó hace dos años y se espera haya terminado en el primer trimestre del 2017.
Las nuevas señales de debilidad económica reforzaron las expectativas de que el Banco Central aplicará mayores recortes en las tasas de interés en su próximo encuentro el 31 de mayo. El mes pasado, la entidad redujo drásticamente su tasa referencial en 100 puntos base, a 11,25%. Se trató del quinto recorte consecutivo y el mayor en ocho años.
El Gobierno de Brasil ha estimado una tasa de crecimiento trimestral de alrededor de 0,8% para el primer trimestre. El ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, dijo que la proyección se mantiene porque muchos indicadores como la producción de acero, las ventas de autos y las cosechas agrícolas apuntan a una recuperación.
Los economistas prevén que la mayor economía latinoamericana crecerá 0,5% este año, tras contraerse más de 3% en cada uno de los últimos dos años. La tasa de desempleo ha trepado a un récord de 14 millones de brasileños, o un 13,7% de la fuerza laboral registrada.