Colombia, sacudida por el rechazo popular al acuerdo entre el gobierno y las FARC, vivirá el miércoles un nuevo capítulo en su agitada vida política, cuando el presidente Juan Manuel Santos y su predecesor y feroz opositor, Álvaro Uribe, se reúnan.
La cita entre el presidente, impulsor de los diálogos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y el líder del “No” ganador en el plebiscito sobre el pacto con esa guerrilla marxista, será el miércoles a las 11H30 locales (16H30 GMT) en la presidencial Casa de Nariño, informó la Presidencia.
Una hora antes, el mandatario se encontrará con el ex presidente Andrés Pastrana (1998-2002), el otro gran promotor del rechazo al pacto de paz sellado con las FARC para terminar un conflicto armado de más de medio siglo. Ambas citas serán privadas, señaló la Presidencia en un mensaje a periodistas.
“He invitado a @AndresPastrana— y @AlvaroUribeVel a dialogar este miércoles con ánimo constructivo en pro de la paz #JuntosPorColombia”, escribió en su cuenta en Twitter el jefe de Estado poco después de conocerse la noticia.
En el plebiscito del domingo, la opción del “No” (50,21%) se impuso a la del “Sí” (49,78%), con lo que el acuerdo tal como está estipulado no podrá ser implementado.
Más temprano el martes, Uribe se había mostrado abierto a reunirse con el presidente Santos, quien fuera su ministro de Defensa durante la mayor ofensiva contra las FARC y a quien considera un “traidor” por haber promovido el diálogo con la guerrilla.
“Si a mí me toca pedirle una cita al presidente de la República para decirle qué nos preocupa de los acuerdos, pues le pido esa cita. Iría allá, no puedo ir solo, pero le expresaríamos nuestras preocupaciones”, dijo Uribe en RCN televisión.
La última reunión conocida entre Santos y Uribe fue el 10 de enero de 2011, en un almuerzo en la finca del ex presidente en Rionegro, su bastión en el noroeste del país.
Para entonces, ya se desarrollaban conversaciones secretas entre las FARC y Santos, elegido por primera vez en 2010, antes de los diálogos de paz iniciados formalmente en noviembre de 2012 en Cuba. En Casa de Nariño, ambos se reunieron por última vez en octubre de 2010.
Pastrana y Santos sí se han encontrado varias veces. “Mañana (miércoles) tomaremos tinto (café) con el presidente @JuanManSantos en Palacio”, tuiteó Pastrana, que promovió los Diálogos del Caguán, tercer intento fallido de alcanzar la paz con la guerrilla nacida en 1964 de una sublevación campesina.
El presidente Santos ha dicho no comprender por qué Uribe y Pastrana, enfrentados políticamente precisamente por la búsqueda de la paz con las FARC, se oponen tan enconadamente al acuerdo con esa guerrilla. Incluso, Uribe hizo un llamado de “resistencia civil” contra las negociaciones.
“No entiendo. Buscaron la paz desesperadamente. ¿Qué hace que dos personas que han sido los peores enemigos ahora estén juntos? ¿Será odio, envidia? Es una fuerza muy poderosa. Ojalá reflexionen, la puerta está abierta, siempre serán bienvenidos”, indicó el mandatario en entrevista con AFP a principios de septiembre.
“¡Qué bueno que pudiésemos entre todos construir esa paz que el país necesita!”, apuntó, días después de que, desde Cuba, gobierno y FARC anunciaron el 24 de agosto haber alcanzado un consenso tras arduas negociaciones.
Varias veces y por diversos medios Santos ha invitado a Uribe a conversar sobre sus objeciones a las negociaciones con el grupo rebelde. Pero el actual senador y jefe del partido de derecha Centro Democrático siempre ha declinado, a pesar del cordial encuentro público entre la primera dama, María Clemencia Rodríguez, y la esposa del ex presidente, Lina Moreno, en un evento en abril de 2015, en el que ambas se abrazaron.
Muchos afirman que la verdadera paz en Colombia llegará cuando finalmente Santos y Uribe hagan las paces. Consultado sobre este tema meses atrás, el presidente respondió cuánto anhelaba eso.
“Eso quisiera. Yo no soy el que pelea con él, es él quien pelea conmigo. Si usted me invita a tomar un café con él esta misma tarde, yo voy gustoso. Pero le aseguro que es él el que le dice que no”, señaló.
“Me parece inconveniente e irracional por su parte, para el país y por supuesto para el gobierno, pero no puedo explicarle por qué ha asumido esta posición”, añadió.