La presidenta argentina Cristina Fernández defendió este miércoles desde Moscú la necesidad de asociarse con Rusia, cuando los países emergentes empiezan a sufrir la crisis global, y animó a las empresas rusas a invertir en Argentina en sectores tan estratégicos como la energía. El jueves está previsto que la mandataria se encuentre con su par Vladimir Putin.
“Estamos en Rusia para que los empresarios rusos y argentinos puedan articular negocios. Argentina es un país para invertir” destacó la presidenta, al clausurar un foro empresarial en Moscú en el primer día de su visita a Rusia.
La mandataria describió ante el auditorio cómo Argentina se había recuperado desde la suspensión de pagos de 2001 hasta la actualidad, y el desendeudamiento que ha permitido al país rebajar su deuda en moneda y bonos extranjeros a solo el 10% del PIB, hasta experimentar ahora “su mayor crecimiento histórico”.
“Argentina se encuentra en el selecto club de países que producen energía nuclear, reactores nucleares con fines pacíficos”, señaló Fernández, al referirse a uno de las áreas en los que se quieren firmar acuerdos con Rusia.
Según señaló el ministro de Planificación argentino, Julio De Vido, Argentina está interesada en alcanzar un acuerdo con la corporación Rosatom para construir una nueva central nuclear con una potencia de 1.200 megavatios.
En ese sentido, la presidenta describió la energía nuclear como “limpia y barata” y aunque, “ha sido estigmatizada, hoy vuelve a reposicionarse en el mundo como una energía indispensable”.
También indicó que, a diferencia del petróleo, está libre de decisiones geopolíticas que puedan influir en su precio.
Fernández señaló que el estado actual del mundo “nos exige a los países emergentes hacer un enorme esfuerzo para resituarnos”.
“Los países emergentes estábamos sosteniendo el crecimiento mundial de la economía y ahora quieren trasladarnos la crisis, una crisis que nosotros no provocamos” por lo que hay que asociarse con nuevos e importantes actores del escenario internacional, como es Rusia.
La presidenta aludió a la recuperación por Argentina de dos importantes valores nacionales: la expropiación de las acciones de Repsol en la petrolera YPF, sobre la que dijo “ya hemos terminado de negociar la cuestión con Repsol”, y la recuperación de Aerolíneas Argentinas.
El turismo es uno de los pilares del crecimiento desde 2003 -explicó- y en ese sentido destacó la importancia de haber “recuperado la compañía de bandera Aerolíneas Argentinas, que primero fue regalada y luego vaciada”.
“Esto no es una apreciación nacionalista. Hay empresarios extranjeros que fueron condenados y están presos en su país por haber estafado a su propio país”, señaló, en referencia a los españoles que compraron la compañía argentina.
La presidenta manifestó que en el momento actual “el intercambio comercial ya no es solo cuestión de balanzas comerciales, sino de ser socios”, abogó por que se creen instrumentos para que los países puedan defenderse de los “fondos buitres” y por el combate contra los paraísos fiscales.
También defendió políticas que fomenten el consumo interno y aseguró que “las teorías del ajuste son remedios del pasado, generan descontento e inestabilidad”.