La 44 Asamblea General de la OEA se abrió este martes en Paraguay con la reforma de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la situación en Venezuela como temas más conflictivos en la agenda.
Ecuador ha puesto la reforma en el debate, en el que participará la gran mayoría de los cancilleres del continente hasta el jueves, al presentar un proyecto de resolución que plantea el cambio de la sede de la CIDH, que se halla en Washington, y de su reparto de fondos.
Casi un centenar de organizaciones no gubernamentales de todo el continente se manifestó este martes en un comunicado conjunto en contra de las propuestas, que ven como un intento de los gobiernos de controlar el trabajo de la Comisión.
En la inauguración de la Asamblea, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, defendió la autonomía de la CIDH y pidió dejar de lado “esfuerzos paralelos que solo sirven para debilitar a uno de los órganos principales” de la entidad hemisférica.
Algunos de los pronunciamientos de la Comisión, que promueve y defiende los derechos humanos en toda América, han provocado el rechazo de los gobiernos afectados.
Venezuela considera que ese ente se ensaña en su contra y se extralimita en sus acciones, mientras que Ecuador dice que está dominado por “países hegemónicos”.
Con el proyecto de resolución, Ecuador busca impedir que ciertas áreas de la CIDH estén mejor financiadas que otras, pues mantiene que es injusto que la Relatoría de Libertad de Expresión cuente con más recursos. Esa Relatoría ha criticado los procesos judiciales emprendidos por el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, contra periodistas y opositores.
El documento también plantea que la sede de la CIDH salga de Washington y recuerda que Haití, Costa Rica y Guatemala han ofrecido acogerla.
Insulza ha indicado que la Comisión puede realizar sesiones en otros países, pero recalcó que el cambio de sede requeriría que todos los miembros aceptaran modificar los tratados que rigen el funcionamiento del organismo.
Al igual que reforma de la CIDH, la situación en Venezuela es otro asunto que no formaba parte del temario preliminar, pero que previsiblemente abordarán los cancilleres en el foro de mayor nivel de la OEA.
El canciller venezolano, Elías Jaua, ha adelantado que en la Asamblea denunciará a Estados Unidos por la “injerencia” y amenazas de sanciones contra su país.
Un proyecto de ley que se tramita actualmente en el Congreso de EE.UU. prevé sanciones contra funcionarios venezolanos que hayan estado involucrados en violaciones de los derechos humanos durante las protestas que sacuden al país caribeño desde el pasado febrero.
Insulza también se manifestó al respecto en la inauguración de la Asamblea, realizada en el Banco Central de Paraguay con la presencia del presidente del país, Horacio Cartes, en la que dijo estar preocupado porque el diálogo entre Gobierno y oposición en Venezuela “no avanza”.
“La solución se debe encontrar en la sociedad venezolana y por ello pedimos a la comunidad internacional que preste su respaldo al proceso interno en Venezuela de manera positiva sin presiones y sin sanciones”, indicó Insulza.