Una encuesta nacional realizada entre el 20 y el 23 de octubre mostró que el 57% de los brasileños cree que la acusación del ex presidente Jair Bolsonaro fue la decisión correcta de la Comisión Parlamentaria Mixta de Investigación (CPMI) que pesquisó el caso de los disturbios del 8 de enero en Brasilia, donde fueron atacadas las sedes de los tres poderes del Estado.
El Ministerio de Defensa de Brasil nombró el miércoles a última hora a los nuevos jefes de estado mayor de sus tres fuerzas armadas, tras la decisión de sus predecesores de presentar sus renuncias en apoyo del depuesto ministro de Defensa Fernando Azevedo e Silva, quien ha sido reemplazado por Walter Braga Netto en una resonante recomposición de gabinete encarada por el presidente Jair Bolsonaro la última semana.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aceptó el martes las renuncias de los actuales jefes de las tres fuerzas armadas: el general Edson Pujol (Ejército), el almirante Ilqes Barbosa (Marina) y el brigadier Antonio Carlos Bermudes (Fuerza Aérea) apenas un día después de destituir al ministro de Defensa, Fernando Azevedo y nombrar a Walter Braga Netto como su sucesor.
Brasil está preparando un nuevo paquete de estímulo fiscal para batallar contra los estragos económicos del nuevo coronavirus, pero el aspecto más notable puede ser lo que no está: la impronta del ministro de Economía, Paulo Guedes.
El gobierno de Brasil anunció un plan de recuperación económica y social a 10 años con el objeto de mitigar el impacto de la pandemia de coronavirus, que causó más de 45.700 contagios y de 2.900 muertes.
El general del Ejército Walter Braga Netto, que asumió el comando de la seguridad en Río de Janeiro, descartó que los militares pretendan hacer ocupaciones permanentes de favelas dominadas por pistoleros.