Con la sensación térmica incluida, Río de Janeiro registró este domingo por segundo día consecutivo temperaturas superiores a los 60º Celsius, informó la Agencia Brasil. El Sistema de Alerta de Río anotó 62,3ºC en la estación de Guaratiba, en la zona oeste de la ciudad, a las 9.55, informó el Ayuntamiento de la antigua capital brasileña.
Los medios de comunicación de todo el Cono Sur destacaron este viernes la ola de calor que afecta a Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay, con temperaturas que alcanzan los 48 grados centígrados y se prevé que se mantengan en torno a los 40 grados o por encima de ellos durante varios días.
Una seguidora de 23 años de la estrella estadounidense de la música pop Taylor Swift murió en la noche del viernes en medio de la histórica ola de calor que azota Río de Janeiro y que ya está sembrando dudas sobre el partido de eliminatorias del Mundial de fútbol del próximo martes entre Brasil y la actual campeona del mundo, la Argentina de Lionel Messi, en el emblemático estadio de Maracaná.
Apollo Gabriel Rodrigues, de dos años, fue declarado muerto este miércoles a su llegada a un hospital de São Paulo tras haber sido descuidado por el conductor del autobús escolar y su esposa, que lo dejaron en el vehículo todo el día bajo temperaturas abrasadoras.
Un cadete del Ejército argentino murió el lunes durante una sesión de entrenamiento en plena ola de calor, según se informó esta semana. Un joven de 21 años que cursaba el primer año de su carrera militar falleció durante unas prácticas de adiestramiento físico en el Colegio Militar de la Nación (Academia de Oficiales - CMN).
Una ola de calor sin precedentes atraviesa América del Sur y se pronostica que algunas ciudades de Argentina, Uruguay y Paraguay podrán registrar temperaturas alrededor de los 50ºC, se informó, mientras que los 40ºC parecen haberse convertido en la nueva normalidad.
La llegada de una masa de aire caliente desde África afecta ya casi a toda Europa occidental, poco acostumbrada calor excesivo y con el temor de que se repitan situaciones como la vivida en la pasada ola de calor del 2003.