Las consecuencias de la fragilidad de los precios internacionales de la lana y la debilidad del mercado han llegado a las Islas Falkland y están afectando los ingresos y la posibilidad de los productores rurales de hacer frente al pago de hipotecas sobre sus campos.
Hay una tormenta en ciernes en el sector rural de las Islas Falkland advirtió el secretario de la Asociación de Negocios Rurales, Lewis Clifton el miércoles por la noche durante el lanzamiento de la Semana de los productores rurales que todos los años se celebra durante la primera semana de julio.
La situación con la producción de lana de las Islas Falkland es tema recurrente y muy candente, y mereció un largo intercambio durante la sesión de la Asamblea Legislativa del miércoles 31 de mayo. Ante una pregunta del legislador MLA Gavin Short referida a las dificultades que afrontan los productores agropecuarios con respecto a una venta muy pesada de varias zafras de lana, la legisladora MLA Teslyn Barkman, representante del sector rural, admitió que en efecto la respuesta a esa pregunta y a la falta de liquidez que sufren algunos productores laneros, es un gran SI, están muy apretados.
Sesenta y siete predios rurales han aceptado la oferta del gobierno de las Islas Falkland, FIG, de comprar la zafra de lana, como parte de las medidas de apoyo al sector agropecuario, resultado del embate de la pandemia del Covid-19.
El gobierno de las Islas Falkland, FIG, anunció esta semana un programa de ayuda para los productores laneros en vista de las consecuencias generadas por la pandemia de COVID-19. Con este propósito se autorizó al Departamento de Recursos Naturales a desarrollar un programa de compra de lana sin vender de la zafra actual, operación de una única vez, y a valores vigentes el 20 de marzo.