Brasil calculó que puede perder casi el 10% de su mercado externo de carnes por la mafia que adulteraba esos productos, lo que tendría un duro impacto en toda la actividad rural cuando el país intenta dejar atrás dos años de recesión.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó este lunes su proyección de crecimiento para las economías de América Latina y el Caribe a 1,2% este año y señaló que se debe a una menor expectativa de recuperación a corto plazo en Argentina y Brasil tras cifras de crecimiento que defraudaron las expectativas en torno al segundo semestre de 2016.
El presidente brasileño, Michel Temer, afirmó que la recuperación de la economía del país dependerá de la participación del sector privado y de la disciplina fiscal del Gobierno, cuya gasto consideró que es actualmente insostenible. Temer inauguró un seminario sobre políticas económicas en la sede de la Confederación Nacional de la Industria (CNI) y defendió una polémica iniciativa de su Gobierno que propone limitar el aumento del gasto público anual a la inflación del ejercicio anterior.
El presidente interino de Brasil, Michel Temer, afirmó que, desde el pasado 12 de mayo, cuando asumió el poder en sustitución de Dilma Rousseff, la economía del país ha comenzado a dar “señales de recuperación”.
El mercado brasileño mantuvo sus previsiones para este año de una contracción del 3,2% del producto interior bruto (PIB) y de inflación, que calcula terminará 2016 con un índice del 7,31%, informó el lunes el Banco Central. El sondeo semanal, realizado a un centenar de analistas del sector privado y conocido como Boletín Focus, había calculado la semana anterior una contracción económica y una inflación igual.
Brasil, uno de los principales productores mundiales de alimentos, volvió a reducir la proyección para la cosecha de este año, que según los cálculos será un 9,8% inferior a la de 2015 y supone la mayor disminución en las últimas dos décadas, según las previsiones oficiales.
Los analistas del mercado financiero mejoraron este lunes sus previsiones para la economía de Brasil en 2016 y 2017, aunque fueron pesimistas con la proyección para la inflación, según informó el Banco Central.
Los analistas del mercado financiero han revisado sus previsiones para la economía brasileña este año y ahora sostienen que se contraerá un 3,83%, frente al 3,88% que esperaban hasta la semana pasada, según informó el Banco Central.
El nuevo Gobierno de Brasil del presidente interino, Michel Temer, anunció este viernes un corte de gastos públicos y una auditoría de los programas de asistencia a los pobres, como primeras medidas para sacar al país de la recesión.
Los expertos pronostican que la economía brasileña caerá este año un 3,88%, una contracción más grave que la sufrida en 2015, en el que cayó un 3,8% y obtuvo su peor resultado en el último cuarto de siglo, informó el Banco Central. Las previsiones de los economistas son peores que las anunciadas la semana pasada, cuando auguraron que el Producto Interior Bruto (PIB) brasileño acabaría este año con el mismo rumbo que lo hizo en 2015.