Los analistas del mercado financiero han revisado sus previsiones para la economía brasileña este año y ahora sostienen que se contraerá un 3,83%, frente al 3,88% que esperaban hasta la semana pasada, según informó el Banco Central.
La muy ligera mejora de las perspectivas de la economía brasileña aparece en el Boletín Focus, publicación semanal del Banco Central que incluye una encuesta con un centenar de expertos del mercado financiero privado, que en esta ocasión ratificaron que en 2017 habrá una tímida recuperación, con un crecimiento del 0,5%.
Por el contrario, los analistas agravaron levemente su previsión referida a la inflación, la cual calculan que cerrará en un 7,04% este año, frente al 7% que pronosticaron la semana pasada. Asimismo, calcularon que la tasa de interés referencial, que se sitúa hoy en un 14,25%, caerá para diciembre próximo al 12,75%.
La economía brasileña está sumida en una profunda recesión y ha sido contaminada por la crisis política que vive el país, que hace diez días llevó incluso a un cambio de Gobierno obligado por la decisión del Senado de iniciar un juicio político contra la jefa de Estado, Dilma Rousseff, que fue suspendida de sus funciones.
Su cargo lo ocupa en forma interina su hasta entonces vicepresidente, Michel Temer, quien estudia una serie de medidas para corregir serios desequilibrios fiscales, aún no totalmente definidas y que deberán pasar por la aprobación del Congreso.
Entre ellas figuran una reforma del régimen de jubilaciones y pensiones y una revisión de las leyes laborales, que el sector privado considera fundamentales para recuperar el crecimiento.
El Gobierno interino también ha revisado los cálculos para el déficit fiscal primario previsto para este año, que ha fijado en 170.500 millones de reales (unos 48.440 millones de dólares), que sería el más grave registrado en la historia del país.