Lula presidió la ceremonia, mientras Peña permaneció en Asunción por asuntos personales El Puente de Integración Brasil-Paraguay se inauguró oficialmente al tráfico vehicular este viernes durante una ceremonia a la que asistió el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Su homólogo paraguayo, Santiago Peña, tiene previsto celebrar un evento aparte este sábado en el lado de su país de la estructura que une Foz do Iguaçu (Brasil) con Presidente Franco (Paraguay). No pudo asistir a la ceremonia del viernes debido a una emergencia familiar en Asunción.
La inauguración marcó el fin de 33 años de esfuerzos diplomáticos y un estancamiento operativo de tres años que dejó el tramo terminado sin uso desde 2022. Se encuentra a solo siete kilómetros del antiguo Puente de la Amistad, por el que actualmente transitan diariamente unas 100.000 personas y 45.000 vehículos para cruzar de Foz do Iguaçu a Ciudad del Este y viceversa.
Si bien el nuevo puente de 760 metros de longitud se completó a finales de 2023, la falta de instalaciones aduaneras adecuadas y vías de acceso impidió su uso tras una inversión de alrededor de 345 millones de dólares estadounidenses, financiada parcialmente por la central hidroeléctrica binacional de Itaipú.
A partir del sábado, el tráfico se restringirá a camiones vacíos y autobuses turísticos, mientras que se espera que los vehículos con carga no se autoricen hasta finales de 2026 o principios de 2027, tras la finalización de la infraestructura aduanera correspondiente.
El proyecto representa una estabilización de las relaciones bilaterales tras un año turbulento. Los lazos se tensaron en abril de 2024 tras las revelaciones de una operación de inteligencia para espiar a instituciones paraguayas en relación con las negociaciones energéticas de Itaipú. Aunque el gobierno de Lula culpó al gobierno anterior por el espionaje, el conflicto no se resolvió oficialmente hasta noviembre y luego de varias reuniones de alto nivel.
Con el nuevo puente, las autoridades esperan facilitar el comercio entre Brasil, Paraguay y la vecina Argentina, a la vez que liberarían espacio en la ruta de 60 años de antigüedad que se ha convertido en un cuello de botella para las exportaciones regionales. Además, Brasil y Paraguay esperan beneficiarse de la planta binacional de Itaipú para el desarrollo estructural, a pesar de los debates en curso sobre los precios de la energía.
La ceremonia concluyó con el presidente Lula enfatizando la importancia de la infraestructura en la integración regional, aunque su discurso fue interrumpido por una falla técnica del micrófono. Peña y Lula se reunirán el sábado para formalizar la transferencia de la presidencia del Mercosur a Paraguay.