Las emblemáticas palmeras uruguayas se enfrentan a una grave amenaza por parte del picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus), una plaga invasora procedente del sudeste asiático. Detectado por primera vez en Uruguay en 2022, el insecto se ha propagado rápidamente, devorando miles de árboles y alarmando a las autoridades.
El picudo rojo destruye silenciosamente las palmeras depositando cientos de huevos en las cicatrices de la poda. Las larvas, al eclosionar, excavan túneles y devoran el tejido interno del árbol, provocando su muerte en cuestión de semanas. Los síntomas incluyen hojas caídas, agujeros en el tronco y una copa inclinada y aplanada. Un gran desafío para combatir la plaga es su naturaleza invisible en las primeras etapas, lo que dificulta su detección hasta que el daño, a menudo, es irreversible.
El insecto ha sido detectado en 60 países de todo el mundo, pero en ningún otro lugar de Sudamérica. En Uruguay, se ha propagado a ocho de las 19 regiones del país, incluyendo Montevideo, donde se estima que la mitad de las 19.000 palmeras de la capital están infectadas. La plaga ataca inicialmente a las palmeras canarias, consideradas ornamentales, antes de extenderse a las datileras. Las autoridades temen que pueda propagarse a árboles nativos de la reserva de la biosfera de la UNESCO en Uruguay y, potencialmente, a todo el continente. Los expertos creen que el insecto probablemente llegó al puerto de Montevideo con alguna mercancía y se introdujo accidentalmente.
Si bien reconoció una respuesta tardía, Estela Delgado, directora nacional de biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente de Uruguay, manifestó un firme compromiso para abordar la amenaza. Llegamos tarde para abordar esto, reconoció Delgado. Pero lo estamos haciendo con gran compromiso y seriedad.
En marzo, se creó un grupo de trabajo y, en mayo, el ministro de Medio Ambiente, Edgardo Ortuño, declaró la lucha contra el gorgojo como una prioridad nacional.
Montevideo ha asignado fondos para pulverizaciones de pesticidas químicos e inyecciones de insecticidas para salvar aproximadamente 850 árboles. La ciudad también ha implementado un programa de vacunación (endoterapia) desde finales de 2023, con el tratamiento de más de 1800 palmeras para eliminar las larvas. En su etapa adulta, el Rhynchophorus ferrugineus mide entre 2 y 5 cm, es de color marrón rojizo con manchas negras y tiene una cara alargada en forma de pico.
Asimismo, las autoridades de Punta del Este han implementado medidas como la eliminación de árboles infectados y el uso de trampas de feromonas.
A pesar de esto, la alta y creciente población del picudo rojo representa una amenaza significativa y continua para la población de palmeras de Uruguay.