El gobierno brasileño del presidente Luiz Inácio Lula da Silva condenó enérgicamente los recientes ataques militares de Israel y Estados Unidos contra las instalaciones nucleares iraníes, calificándolos de violaciones de la soberanía del país asiático y del derecho internacional.
Brasilia insistió en que dichos ataques representan graves riesgos para la población civil debido a la posible contaminación radiactiva y desastres ambientales. Asimismo, reafirmó su compromiso con la energía nuclear con fines pacíficos, especialmente en zonas propensas a conflictos como Oriente Medio.
”Cualquier ataque armado contra instalaciones nucleares representa una flagrante transgresión de la Carta de las Naciones Unidas y de las normas del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Las acciones armadas contra instalaciones nucleares representan una grave amenaza para la vida y la salud de la población civil, al exponerla al riesgo de contaminación radiactiva y desastres ambientales a gran escala, declaró Itamaraty en un comunicado.
El país sudamericano reiteró además su postura histórica a favor del uso exclusivo de la energía nuclear con fines pacíficos y rechazó firmemente cualquier forma de proliferación nuclear, según el documento. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil también repudió los ataques recíprocos contra zonas densamente pobladas, que han causado un número creciente de víctimas y daños a la infraestructura civil, incluidas las instalaciones hospitalarias, especialmente protegidas por el derecho internacional humanitario.
Al reiterar su llamado a la máxima moderación por parte de todas las partes involucradas en el conflicto, Brasil subraya la urgente necesidad de una solución diplomática que interrumpa este ciclo de violencia y abra una oportunidad para las negociaciones de paz. Las consecuencias negativas de la actual escalada militar podrían causar daños irreversibles a la paz y la estabilidad en la región y el mundo, así como al régimen de no proliferación y desarme nuclear, añadió la declaración.
Acusando a Irán de estar cerca de desarrollar un arma nuclear, Israel lanzó un ataque sorpresa contra el país el 13 de junio, expandiendo la guerra en Oriente Medio.
El sábado, Estados Unidos atacó tres centrales nucleares iraníes: Fordow, Natanz e Isfahán. Irán afirma que su programa nuclear tiene fines exclusivamente pacíficos y que se encontraba en plena negociación con Estados Unidos para establecer acuerdos que garantizaran el cumplimiento del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares, del que es signatario.
Sin embargo, el OIEA ha acusado a Irán de incumplir todas sus obligaciones, a pesar de reconocer que no tiene pruebas de que el país esté construyendo una bomba atómica. Irán acusa al organismo de actuar por motivos políticos” y bajo la dirección de potencias occidentales como Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, que han apoyado a Israel en su guerra contra Teherán.
En marzo, la inteligencia estadounidense afirmó que Irán no estaba construyendo armas nucleares, lo cual ha sido cuestionado por el propio presidente Donald Trump. Aunque Israel no acepta que Teherán posea armas nucleares, diversas fuentes han indicado desde hace tiempo que el país ha mantenido un extenso programa nuclear secreto desde la década de 1950. Este proyecto habría desarrollado al menos 90 ojivas atómicas. (Fuente: Agencia Brasil)