El presidente paraguayo, Santiago Peña, se dirigió a la Asamblea General de la ONU, criticando la ineficacia mundial para mantener la paz en medio de conflictos globales y pidiendo reformas en las instituciones para apoyar mejor a las naciones en desarrollo.
También destacó el papel de su país como potencia intermedia con importantes recursos hídricos, alimentarios y de energía limpia, abogando por políticas ambientales y comerciales más justas. Peña reafirmó el apoyo de Paraguay a la soberanía de Ucrania, el derecho de Israel a la legítima defensa y la inclusión de Taiwán en la ONU.
En una sesión especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Peña expuso su visión sobre el estado del sistema multilateral, los conflictos globales actuales y la posición de Paraguay en el escenario internacional.
Las instituciones internacionales no están cumpliendo su propósito central: preservar la paz, enfatizó, al tiempo que mencionó que la falta de resultados concretos ha generado desconfianza en la ciudadanía global.
En materia ambiental, Peña criticó las restricciones comerciales basadas en criterios de sostenibilidad, señalando que imponen condiciones desiguales a los países en desarrollo. Afirmó que Paraguay cumple con las normas ambientales, citando la aplicación de una ley de deforestación cero desde 2004 y la aplicación de tecnologías agrícolas sostenibles en la mayor parte de su producción.
Asimismo, Peña describió a Paraguay como un gigante que resurge, listo para asumir el papel central que le corresponde en el escenario internacional e instó a mirar juntos hacia un futuro mejor y más prometedor, en el que veamos estos cambios hacerse realidad.
Paraguay está listo para retomar su liderazgo en el mundo, un rol vigoroso y responsable, como potencia intermedia. Ofrecemos nuestra experiencia y nuestra historia, la de un país que ha vivido los efectos de la guerra en un mundo sin multilateralismo y que ha construido una democracia estable con políticas económicas consistentes, con las perspectivas de Paraguay como articulador entre países con diferentes grados de desarrollo, enfatizó.
También insistió en que solo un sistema de comercio internacional estable, libre y justo puede derrotar no solo a la pobreza, sino también a lo que denominó la siniestra amenaza de un conflicto armado.