El cardenal italiano Angelo Becciu, condenado por malversación de fondos en un escándalo financiero del Vaticano relacionado con una lujosa propiedad en Londres, aceptó el martes la decisión del papa Francisco de excluirlo del cónclave que comenzará el 7 de mayo de 2025, a pesar de haber invocado inicialmente su derecho a participar. Becciu, condenado a cinco años y medio de prisión por fraude e irregularidades financieras, conserva su título cardenalicio y participa en las reuniones previas al cónclave, pero no votará en la elección del próximo papa.
El escándalo, que expuso el uso indebido de los fondos del Óbolo de San Pedro, provocó la suspensión de sus privilegios cardenalicios en 2020 por parte de Francisco, quien pretendía reformar las finanzas del Vaticano. El caso de Becciu generó tensión entre algunos cardenales, quienes temían que su exclusión pudiera afectar la validez del cónclave.
Becciu, de 76 años, ex figura destacada del Vaticano, anunció su disposición a acatar la decisión de la Iglesia. Hubo un momento en que también se le consideró un posible sucesor de la Cátedra de San Pedro.
Por el bien de la Iglesia, a la que he servido y seguiré sirviendo con fidelidad y amor, así como para contribuir a la comunión y serenidad del cónclave, he decidido obedecer, como siempre lo he hecho, la voluntad del papa Francisco y no entrar en el cónclave a pesar de seguir convencido de mi inocencia, declaró Becciu el martes.
El papa reconoció mis prerrogativas cardenalicias intactas, ya que no hubo voluntad explícita de excluirme del cónclave ni solicitud de renuncia explícita por escrito, había dicho Becciu una semana antes. Becciu, el primer cardenal en ser juzgado por un tribunal penal vaticano, también fue condenado a inhabilitación perpetua para ejercer cargos en la Santa Sede. El otrora poderoso sustituto para Asuntos Generales del Secretario de Estado y prefecto de las Causas de los Santos es una persona estimable, pero esto no significa que sea inocente, declaró a la prensa el cardenal italiano Giuseppe Versaldi.
Mientras tanto, el cardenal peruano Juan Luis Cipriani, quien recibió medidas disciplinarias por un presunto caso de abuso de un menor en 1983, asiste a las reuniones previas al cónclave, pero, a sus 81 años, no puede votar. Sin embargo, fue objeto de un minucioso escrutinio. Otros dos cardenales, cuyos nombres no fueron revelados, aunque se cree que uno de ellos es Antonio Cañizares Llovera, de Valencia (España), se han retirado del cónclave por motivos de salud, lo que reduce el número de electores a 133. De los 252 cardenales, solo los menores de 80 años pueden participar en el cónclave.
(Ver también: Cardenal condenado aspira a integrar el cónclave que elegirá al sucesor de Francisco )