Esta miércoles se registraron nuevamente enfrentamientos entre fuerzas del orden y manifestantes durante la tradicional protesta de jubilados argentinos en Buenos Aires, que exigían mejores salarios y cobertura médica. Sindicatos y organizaciones de izquierda intentaron bloquear una calle, lo que desencadenó el protocolo antipiquete de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Esto resultó en el ataque con gas pimienta contra adultos mayores, una niña y un fotógrafo, mientras las autoridades intentaban mantener el tráfico fluido.
La protesta, apoyada por grupos como Jubilados en Lucha y la CTA Autónoma, calificó las últimas medidas del presidente Javier Milei de violencia institucional contra los jubilados. Las tensiones se hicieron eco de las violentas marchas del 12 de marzo, desatadas por el veto a la ley de pensiones y el vencimiento del plazo de regularización del 23 de marzo. La Policía instaló vallas en las inmediaciones del Congreso desde la tarde para garantizar la circulación, cumpliendo con el protocolo antipiquetes. Al parecer, agentes de la Prefectura Naval (PNA) rociaron gas pimienta a los manifestantes en medio de enfrentamientos. Se informó que también se unieron al despliegue policial agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
Estaba sentado, no molestaba a nadie, y me cayó el gas pimienta, declaró a medios locales un manifestante de 77 años. El líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, afirmó que derrotarían a Bullrich y su protocolo. Según Olivia Ruiz, de la CTA Autónoma, cada vez más compañeros se unen a nosotros y repudian estos actos de violencia.
Las tradicionales movilizaciones de los miércoles, lideradas por jubilados ante el Congreso, se intensificaron tras la promulgación del sistema de pensiones por decreto y el veto del proyecto de ley que mejoraba sus ingresos. El 23 de marzo, a los trabajadores que no habían cotizado a sus fondos de pensiones durante al menos 30 años se les negó la posibilidad de actualizar su situación mediante deducciones de sus salarios actuales.