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Lunes, 10 de marzo de 2025 - 12:16 UTC

 

 

Maduro: Sanciones de Trump cortan todas las vías de comunicación

Lunes, 10 de marzo de 2025 - 10:54 UTC
Maduro se enfrenta a las potencias occidentales como amenaza común para construir unidad Maduro se enfrenta a las potencias occidentales como amenaza común para construir unidad

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, criticó la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de revocar la licencia de Chevron para operar en el país sudamericano, alegando que la medida interrumpe los canales de comunicación y obstaculiza la repatriación de inmigrantes ilegales.

Durante las celebraciones del Día Internacional de la Mujer el sábado en Caracas, el mandatario chavista insistió en que Trump se pegó un tiro en el pie y castigó a una empresa estadounidense.

El líder bolivariano también señaló que su administración es antiimperialista, no antiamericana, y daba la bienvenida a las empresas extranjeras que operan bajo las leyes venezolanas. “Si fuera por nosotros, y lo digo más claro, si fuera por mí como Presidente, si fuera por el alto mando político-militar de la Revolución Bolivariana y si fuera por nuestro pueblo, esa empresa Chevron se quedaría trabajando en Venezuela otros 100 años; no tenemos ningún problema”, explicó. “No queremos ser colonias, ni queremos ser esclavos de nadie, ni hoy ni nunca más”, añadió.

Además, acusó a Washington de encubrir la corrupción de líderes opositores como Juan Guaidó, María Corina Machado, Leopoldo López y Julio Borges -quienes habrían robado activos venezolanos y fondos estadounidenses supuestamente destinados a ayuda humanitaria- y se comprometió a defender la independencia y la unidad de Venezuela pese a las presiones externas. La decisión del gobernante republicano también afectó al “Plan Vuelta a la Patria” de repatriación de ciudaadanos venezolanos desde EE.UU.

Maduro afirmó que tenía la intención de mantener contacto con la Casa Blanca “porque quería traer a todos los venezolanos que tienen presos y perseguidos allí injustamente solo por ser migrantes. Ser migrantes no es un delito”, enfatizó.

Hizo estas declaraciones días después de reavivar la disputa territorial por la región del Esequibo con Guyana y referirse al presidente guyanés Irfaan Ali como el “Zelensky del Caribe”. Maduro también acusó a Exxon Mobil de explotar las reservas petroleras en la zona en disputa. “El gobierno de Guyana ha adoptado un plan de guerra contra Venezuela. Piensan que les irá bien”, dijo Maduro la semana pasada.

En este escenario, Guyana -apoyada por aliados como Estados Unidos y el Reino Unido- ha solicitado la intervención de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

Venezuela ha aumentado las tensiones al desplegar tropas cerca de la frontera y celebrar un plebiscito para impulsar la anexión. La disputa se centra en acuerdos conflictivos: Venezuela cita el Acuerdo de Ginebra de 1966, mientras que Guyana hace referencia al Laudo Arbitral de París de 1899.