La política del ministro brasileño de Hacienda, Fernando Haddad, de gravar a los superricos dio un rendimiento sin precedentes de 20.600 millones de reales (3.320 millones de dólares) a las arcas del país sudamericano en 2024, según confirmó este martes el secretario de Ingresos Federales, Robinson Barreirinhas. La estrategia se centra en fondos de inversión exclusivos y activos offshore.
Bajo el nuevo esquema, los fondos exclusivos que antes no tributaban ahora contribuyen con 13.000 millones de reales (2.100 millones de dólares), mientras que las inversiones en paraísos fiscales suman 7.670 millones de reales (1.240 millones de dólares), cerrando así los vacíos legales que permitían eludir contribuciones sustanciales. Se trata de justicia, argumentó Barreirinhas. Según cifras del Gobierno brasileño, la economía creció en torno al 3,5% el año pasado.
La recaudación total de impuestos federales alcanzó los 2,65 billones de reales (427.420 millones de dólares), un 9,62% más que en 2023, lo que unido a otras medidas se tradujo en una recaudación adicional de 18.300 millones de reales (2.950 millones de dólares). El impuesto de sociedades también creció un 14,84%, en línea con la política de Haddad de gravar la riqueza offshore y los instrumentos financieros especializados.
Al apuntar a un billón de reales (161.290 millones de dólares) en activos extranjeros no gravados anteriormente, el gobierno del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva intentó reducir la desigualdad y mejorar las finanzas públicas. Barreirinhas también insistió durante una rueda de prensa en que el aumento de las escalas salariales, así como la reducción del desempleo, fueron algunos de los factores que impulsaron la recaudación de impuestos. Los números reflejan la reactivación de la economía el año pasado, con resultados espectaculares, dijo. También afirmó que no hubo un aumento de la presión fiscal, sino una regularización de los más ricos que no pagaban impuestos. Sólo estamos poniendo a los superricos en el mismo tramo impositivo que la clase media, dijo.
La justicia fiscal de Haddad buscaba que todos contribuyeran lo que les corresponde, señaló asimismo el funcionario, al tiempo que destacó cómo los pequeños contribuyentes y los empresarios productivos quedaban al margen de esta iniciativa.
Los R$ 2,71 billones del año pasado representaron la mayor recaudación de la historia después de las correcciones por inflación, desde que la categoría comenzó a medirse en 1995.
Claudemir Malaquias, jefe del Centro de Estudios Tributarios y Aduaneros de la Receita, destacó que las transacciones tributarias realizadas directamente con la Receita Federal resultaron en una recaudación de R$ 5,4 billones en 2024, mientras que el monto recaudado a través del Consejo de Administración de Recursos Fiscales (Carf) totalizó R$ 307,8 millones, muy por debajo de los R$ 54,7 billones previstos.