El Knesset (Parlamento) de Israel aprobó este lunes un proyecto de ley que impide a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) trabajar en el país. La agencia lleva 70 años trabajando en la región y cuenta con unos 20.000 empleados que prestan asistencia educativa, sanitaria, social y humanitaria. Se espera que la medida obstaculice el trabajo en la Franja de Gaza y Cisjordania, informó la Agencia Brasil.
El jefe de la UNRWA, Philippe Lazzarini, afirmó que esta legislación viola la Carta de la ONU y las obligaciones de Israel en virtud del derecho internacional, y es una campaña más para desacreditar a la agencia. Estos proyectos de ley sólo profundizarán el sufrimiento de los palestinos, especialmente en Gaza, donde la gente está pasando por más de un año de puro infierno. Esto privará a más de 650.000 niñas y niños del acceso a la educación, poniendo en peligro a toda una generación, afirmó en las redes sociales.
Lazzarini argumentó que poner fin a la UNRWA no puede quitar a los palestinos su condición de refugiados, protegida por una resolución de la Asamblea General de la ONU. Estos proyectos de ley aumentan el sufrimiento de los palestinos y no son más que un castigo colectivo, añadió.
Ese estatuto está protegido por otra resolución de la Asamblea General de la ONU hasta que se encuentre una solución justa y duradera a la difícil situación de los palestinos, dijo el funcionario.
Israel ha acusado a la UNRWA de colaborar con la organización terrorista Hamás y otros grupos armados palestinos. Israel ha hecho declaraciones públicas de que un número significativo del personal de UNRWA son miembros de organizaciones terroristas. Sin embargo, Israel aún no ha aportado pruebas de ello, dice el documento elaborado por la francesa Catherine Colonna, ex ministra europea de Asuntos Exteriores, en colaboración con representantes de institutos de derechos humanos de Suecia, Noruega y Dinamarca.
Los proyectos de ley que prohíben el trabajo de la UNRWA en Israel fueron criticados por los ministros de Exteriores de Canadá, Australia, Francia, Alemania, Japón, Corea del Sur y Reino Unido. Los aliados de Israel expresaron su grave preocupación por la medida que, en su opinión, tendrá consecuencias devastadoras para una situación humanitaria ya crítica y en rápido deterioro. Sin su labor, la prestación de este tipo de asistencia y servicios, incluidos la educación, la atención médica y la distribución de combustible en Gaza y Cisjordania se vería gravemente obstaculizada, si no imposible, señalaron los países en un comunicado, en el que añadieron que el gobierno israelí debe mantener intactos los privilegios e inmunidades de reserva de la UNRWA y cumplir con su responsabilidad de facilitar una asistencia humanitaria plena, rápida, segura y sin obstáculos.
La Unión Europea (UE) también criticó la medida: Todas las agencias de la ONU encarnan el orden internacional basado en normas, ya que defienden y aplican tanto la letra como el espíritu de la Carta de la ONU, que todos los Estados miembros de la ONU deben respetar.