El gobierno y los empresarios brasileños reunidos la semana pasada en la ciudad de São Paulo con motivo del B20 coincidieron en la necesidad de impulsar reformas del comercio mundial antes de la cumbre del G20 que se celebrará en Río de Janeiro el mes próximo, según informó la Agencia Brasil.
El Business 20 (B20) es el foro oficial del G20 para dialogar con la comunidad empresarial. El grupo está formado por unos mil representantes empresariales de los países del G20, países invitados y organizaciones internacionales.
El Vicepresidente brasileño Geraldo Alckmin representó a Brasilia en la reunión del B20. Destacó que el Gobierno del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva está alineado con las propuestas de los empresarios, como la reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC), la inversión en infraestructura verde e innovación tecnológica y la promoción de la igualdad de género. Estas recomendaciones se alinean directamente con los objetivos del G20 de construir un sistema económico global más justo que no sólo promueva el crecimiento, sino también la equidad social y la sostenibilidad medioambiental. Juntos, el B20 y el G20 comparten la visión común de reformar el sistema comercial mundial para responder a los retos del siglo XXI, creando un mundo más conectado, sostenible e inclusivo, afirmó Alckmin.
Las recomendaciones del B20 se dividen en cinco principios rectores: promover el crecimiento inclusivo y luchar contra el hambre, la pobreza y la desigualdad; acelerar una transición justa hacia las emisiones netas cero; aumentar la productividad a través de la innovación; reforzar la resiliencia de las cadenas de valor mundiales; y valorar el capital humano.
El gobierno brasileño, como anfitrión del G20, ha defendido un sistema multilateral de comercio que garantice que las reglas se aplican de forma justa y que los flujos de comercio e inversión benefician tanto a las economías más avanzadas como a las más vulnerables, dijo Alckmin.
Uno de los principios rectores del documento presentado por los empresarios es promover el crecimiento integrador y luchar contra el hambre, la pobreza y la desigualdad. En el texto, el B20 señala que, para 2030, es probable que casi 600 millones de personas sufran desnutrición crónica en el mundo, y que las mujeres y los habitantes de las zonas rurales se verán desproporcionadamente más afectados por la inseguridad alimentaria.
Un tema que impregnó los debates del G20 y del que se hacen eco las recomendaciones del B20 es la inclusión de las mujeres en el comercio internacional. La experiencia de los programas brasileños ha demostrado que formar y apoyar a las mujeres líderes es fundamental para crear un entorno empresarial más diverso e inclusivo. Es importante señalar que, por primera vez en la historia, se ha dado prioridad a esta cuestión en el comercio y la inversión del G20, afirmó también Alckmin.
En una declaración al término de la reunión en São Paulo, el Presidente del B20, Dan Ioschpe, afirmó: Hemos tenido la oportunidad de presentar nuestras propuestas al gobierno brasileño y a los representantes del G20 a lo largo del tiempo, y está claro que estamos muy alineados. Dijo que esperaba que las propuestas conjuntas fueran bien consideradas por el G20, sus representantes y líderes cuando se reúnan el mes que viene.