El gobierno panameño del presidente Raúl Mulino anunció esta semana que adoptaría un enfoque contra el crimen de las pandillas similar al de El Salvador de Nayib Bukele.
La Operación Panamá 3.0 tiene como objetivo librar a Panamá de las pandillas. A partir de hoy iremos casa por casa, finca por finca, o donde se escondan los pandilleros para ponerlos donde pertenecen: en la cárcel, dijo Mulino en redes sociales. Estas misiones continuarán hasta que las calles vuelvan a ser de la gente decente y trabajadora, añadió el mandatario en X. No habrá escondites para los delincuentes, señaló también.
La nueva estrategia involucrará 1.032 agentes adicionales de la Policía Nacional, 50 motocicletas y 100 vehículos de distinto tipo para fortalecer la presencia en las calles con el fin de proteger y defender a los panameños honestos, prosiguió el Jefe de Estado.
Los nuevos despliegues también consistirían en patrullas de extensión comunitaria, puestos de control móviles y requisas policiales en zonas de alta criminalidad, como Colón, Panamá Oeste, San Miguelito, la zona del Canal, Arraiján, Alcalde Díaz, Don Bosco, Pacora y San Francisco.
“Durante muchos años el crimen se aprovechó de la falta de liderazgo, pero eso se acabó. ¡En mi gobierno el que lo hace paga! Mi compromiso es con los panameños honestos y no descansaré hasta ver a Panamá como el país más seguro en la región, insistió Mulino. Ahora vamos a recuperar los barrios y sacaremos a las pandillas de ellos”, prometió también.
Asimismo, Mulino admitió que se estaba evaluando la posibilidad de decretar un toque de queda en el populoso municipio de San Miguelito así como en la caribeña provincia de Colón.