MercoPress, in English

Lunes, 30 de junio de 2025 - 20:03 UTC

 

 

El Semanario de Falklands, Penguin News, festeja sus 45 años de lucha

Jueves, 10 de octubre de 2024 - 09:54 UTC
La versión más moderna hasta con algunas páginas en color La versión más moderna hasta con algunas páginas en color
Lisa Watson la Editora Gerente del semanario, cuyos editoriales dan lugar a saludables debates para una comunidad pequeña Lisa Watson la Editora Gerente del semanario, cuyos editoriales dan lugar a saludables debates para una comunidad pequeña

El semanario que informa sobre acontecimientos en las Islas Falkland, con mínima ayuda de fondos del gobierno de las Islas viene de cumplir 45 años y así decidieron recordarlo la editora y sus actuales integrantes. La fecha exacta fue el 3 de octubre de 1979 cuando nació a la luz el Penguin News, teniendo como mascota el dibujo de un enclenque pingüino con el nombre de Plato vestido con una coqueta moñita, idea del fundador de la publicación, Graham Bound, emulando un personaje de aquella época, cajero con una Roneo 750.

¨Seguramente estaba algo aburrido“, confesó Graham cuando se le preguntó cómo empezó el emprendimiento. ”Y posiblemente hasta algo pícaro también. Siempre me gustó cuestionar las cosas y formarme mis propias opiniones. En aquel entonces la gente estaba confiada en que el gobierno atendía al pueblo, y quería generar algún poco de alboroto“.

El Penguin News no era en verdad la única publicación en su momento, ni la primera de su clase. En mayo de 1889, el Reverendo Lowther Brandon lanzó un mensuario, la Falkland Islands Magazine que eventualmente se convirtió en la FI Magazine y un Diario de la Iglesia. Han habido otras publicaciones también incluyendo una página diaria que se publicaba seis días a la semana, la cual se llamaba The Penguin y que circuló entre 1928 y 1938, Su desaparición coincidió con el lanzamiento de la tecnología de las emisiones de radio.

A lo largo de los años el Penguin News ha sobrevivido momentos tormentosos como su casi bancarrota, un plan de adquisición por parte del potentado de los medios escritos británicos Robert Maxwell y la invasión de 1982. Pero lo que arrancó fue un emprendimiento unipersonal, confiando en la generosidad de los padres de Graham para imprimir un informe mensual de noticias y acontecimientos sociales.

”Mi idea era que un diario aún pequeño era importante“, resalta Graham. ”Para expresar una opinión y para cuestionar al gobierno en algo. Cierta vez me dijeron desde Casa de Gobierno (Gobernador), que dejara de asomar tanto la cabeza. Me gustó la afirmación, era de cierta forma una confirmación de mi intención original“.

La razón elegida por Graham para el nombre y logo original del semanario es algo estrafalaria y está perdida en el tiempo, pero hubo momentos en que el enclenque pingüino en la tapa del semanario de las primeras ediciones ”hacía perder en algo la fuerza al planteo de debatir asuntos serios, era algo muy liviano que merecía más formalidad“.

La competencia del Penguin News era el Falkland Islands Times, editado por Dave Coalvill. Si bien en ese tiempo eran ediciones mensuales, los dos editores intentaron programar las fechas de edición para que no se chocaran.

Los primeros pasos

”Teníamos nuestras diferencia, afirma Graham. “El Penguin News era más irreverente y no tan congraciado con el establecimiento de las Islas. Trate que se pudiera leer bien con reportajes decentes y espacio para las cartas de lectores y otras contribuciones. El Falkland Islands Time era más liviano en su tono, y esa era bueno para los dos, los dos teníamos lugar”.

Pero después de la guerra de 1982, había muchas noticias para publicar y el Penguin News ingresó en una nueva era. Como tal, el unipersonal se amplió para incluir a Rob MacBride como periodista y para hacer frente al nuevo torrente noticiero, Graham precisaba un nuevo equipo de impresión y fondos para seguir funcionando. En medio de llamados de ayuda, aparece el poderoso empresario británico de medios, Robert Maxwell.

“Me dijeron que estaba interesado en ayudarnos,” recordó Graham. “Se me invitó a la casa de medios de Maxwell en Londres, algo así como un templo, casi santuario para quienes estamos en este negocio. Les dije que precisaba equipos para imprimir, técnica en la materia y dinero. Pareció contento y me hizo una oferta de hacerse socio, él con el 49% y yo el 51%. Salimos y celebramos”. El emprendimiento fue de corta vida, Maxwell insistía que todo se mantuviera en secreto por el momento, pero un artículo apareció en el Sunday Times. Parece que Maxwell tenía como objetivo hacerse de un diario de alcance nacional en el Reino Unido, y en un artículo adjunto satírico, alguien filtró el negocio con el Penguin News. “En su momento parecía una buena idea, pero apenas escapamos”, comenta Graham.

En 1986, Graham finalmente dejó el equipo editorial del Penguin News y asumió un cargo en el Departamento de Turismo. El Penguin tuvo entonces una nueva editora, Belinda Caminadan 1986, y su primera edición fue el 12 de diciembre, luego de un hiato de once meses. En el aniversario del Penguin en 2009, afirmó que aceptó el cargo de editora en parte por curiosidad pero también por desesperación..

“Como tenía poca suerte en desarrollar mi carrera como periodista en Londres, resolví busca un trabajo en un diario en algún lugar, donde fuera, en el exterior”. Era un momento importante en la vida de las Falklands, y vital que la comunidad tuviera un periódico de circulación regular. Belinda hacía el diario solita, todavía se imprimía en una vieja imprenta, para lo cual era necesario un poco de fuerza y coacción para que efectivamente imprimiera. Belinda recuerda un día cuando pasó toda la jornada trabajando en la tapa del semanario, para entonces darse cuenta que su gato había pisado y marcado la copia original. Otra vez fue cuando llegó un cable de Naciones Unidas, solicitando mil copias de la última edición para su envío inmediato a Nueva York de forma que los miembros pudieran leerlo, antes de un debate en ONU sobre las Islas. “La verdad que nuevamente por la precariedad de todo lo relativo al semanario, tan solo pudo mandar diez copias.”

Problemas financieros

El semanario luchó por muchos años por hacerse de suficientes recursos pero en 1988 parece haber surgido una forma de asegurar el futuro.

Seamont, una empresa pesquera que iba a comenzar la pesca comercial en las Falklands entre otros requisitos precisaba invertir en las Islas en otros emprendimiento, e intentó una oferta al diario. Los directores de Seamont tenían experiencia con publicaciones y tenían pensado invertir para modernizar la operación. Desafortunadamente también fue una experiencia de patas cortas, la empresa quebró. Uno de los activos de Seamont era el Penguin News, por tanto el futuro del semanario estaba nuevamente en peligro.

El gobierno de las Islas Falkland decidió ayudar para salvar la publicación y se redactó legislación especial. El Fiscal General montó un Fondo Fiduciario que apoyaría la continuación del Penguin News. Se estableció entonces el Fondo Fiduciario para los Medios, a los cuales luego se le sumó la radio local de las Islas.

La Ordenanza respectiva sobre el Trust específicamente establece que su función es la de asegurar que el semanario y la radio ofrezcan servicios independientes del gobierno, de partidos políticos, sindicatos, organizaciones religiosas, secta u otros grupos de interés, que no sean los del Media Trust.

En 1988, el periodista investigativo Rory Macleod se convirtió en el siguiente editor del PN. Prosiguió con su estilo de “sacudir las jaulas, y ver que cae al fondo”.

El shock que produjeron algunas de sus notas hizo ver a muchos lo que se esperaba de ellos y por lo que tenían que responder, y que existía un medio de prensa que no solo sería una página de información para el gobierno, pero también un foro para un saludable debate y ventilación de frustraciones de los Isleños y partidas interesadas.

La llegada de tecnología

En 1994, el PN ahora era financieramente estable y bajo la tutela editorial de John Fowler, toda una leyenda en las Isla.

“En aquella época era una oficina oscura, poco atractiva y mal oliente,” confesó Fowler en 2009. “Ya fuera por problemas de cañería, ratas muertas o simplemente productos químicos bajo el efecto de la sombra, pero nadie en verdad estaba seguro”. Las oficinas del PN, según la memoria de Fowler eran además un peligro latente de fuego. “Precarias pilas de papel colgaban de cualquier superficie disponible, entremezclados con restos de comida y viejas tazas de café. Dos grandes escritorios uno frente al otro ocupaban el centro del habitáculo, dominados por una imprenta que sobresalía. John no estaba solo, su editora asistente era Leona Roberts. El Media Trust también quería más contenido local en la publicación, y bajo el timón de Fowler así fue. Cuando Leona se fue, Fowler acudió a John Leonard por ayuda. Leonard había llegado a las Islas en los años cincuenta como misionero de la fe Baha'i, y luego maestro viajero entre las estancias y posteriormente trabajando para la FIC.

Si bien fue el único que inquirió por el puesto de trabajo, Leonard era un excelente fotógrafo y había sido stringer para una agencia internacional.

Las primeras computadoras del PM eran primitivas y reconocidas por colapsar de golpe, ante la menor provocación, muchas veces chupándose horas de trabajo. La impresión quedó a cargo de Tony Petterson en la imprenta del gobierno de las Islas, pero siempre fuera de horas de trabajo del gobierno. Si Tony no recibía las páginas en hora, Fowler tenía que pagar las consecuencias.

”Esto muchas veces implicaba recibir llamadas amenazantes de la esposa de Tony, Heather, sobre lo que le pasaría a su cena si no se apuraba en llegar a casa. Me pasaba esas amenazas femeninas con cierto gusto, cuando no placer“. Empero era Tony que salvaba a Fowler de situaciones tan embarazosas. Como era de rigor, la tapa y la última página son las últimas en mandarse a imprimir, y así fue que el titular, ”Falklands se prepara para recibir a la Princesa Ana“, pensado por Fowler, pero en verdad terminó diciendo que las ”Falklands se preparan para recibir a la Princesa Diana“, Por casualidad Fowler aún estaba en la oficina cuando llamó Tony, ”no es mi trabajo leer las pruebas de tu diario, y ya he impreso varios cientos de ejemplares, pero creo que querrás cambiar el título principal,“ le comentó John a Fowler antes de colgar el teléfono.

Comienza una nueva era

En 1996, Fowler empleó a Lisa Watson, y no mucho después el siguió los pasos de Graham Bound, al pasar del PN al Departamento de Turismo. Lisa ahora editora contaba como adjunto a Tony Burnett, quien tenía un excelente sentido del humor y capacidad para escribir. ”Un gran activo para el equipo que hizo la vida de todos más fácil“, según Lisa.

Una tercera convocatoria fue a Natalie Finn que no había terminado secundaria pero que manejaba muy bien números y cifras y se hizo cargo de las tareas financieras. Fran Biggs que contaba con experiencia anterior por haber trabajado para el Falkland Islands Times se unió al equipo cuando Natalie y Tony nos dejaron, Entre las dos, Lisa y Fran producían el semanario. ”Creo que lo primero que me preguntó Fran cuando se sumó fue, 'cuando me van a dar un aumento?'“

Me gustó su actitud y aprendí a respetarla mucho más, por su osadía”.

Lisa también agregó cuatro páginas al semanario y “estaba preocupada que nunca podría igualar el ingenio duro y provocativo en la editorial que podía desplegar Fowler, y por tanto me decidí por un lenguaje casi grosero, sin adulteraciones y confrontativo como la mejor forma para avanzar.”

Fue bajo Lisa que el PN se mudó confiadamente hacia la era del internet. Con administración prolija, Lisa también bajó la dependencia del PN del subsidio del gobierno a cero. Cuando Lisa optó por dejar la condición de editora, pero no para retirarse al Departamento de Turismo como los antecesores, su posición fue ocupada por Jenny Cockwell. Ya habían entrado en juego las cámaras digitales lo cual significaba mucho menos tiempo en el revelado de fotos. En 2009 Jenny dijo que “para cuando fui editora del PN, las mejorías en tecnología significaron que mi trabajo era mucho menos estresante que los fueron para mis predecesores”.

Lisa Watson retornó al PN en 2011 como Editora Gerente. Y a pesar que el mundo experimenta una caída pronunciada en el periodismo escrito, el PN igualmente retiene un saludable índice de lectores en papel.

Las páginas son enviadas a la Sala de Imprenta en el correr de la semana con unas pocas páginas restantes para ser completadas e impresas el jueves por la tarde, y anunciando al equipo que los diarios están prontos y comienzan a imprimirse. El teléfono de la oficina suenas a las 15:00 horas del jueves por la tarde dando aviso que los ejemplares están prontos. Se juntan en paquetes y se reparten a los lugares de venta en Stanley.

Lisa Watson permanece como Editora Gerente, Katharyn Daniels como editora adjunta y Fran Biggs gerente de la Oficina, en tanto Paula Fowness como periodista. Tanto Katharyn como Paul trabajaron anteriormente para la TV de Islas Falkland, FITV. Recientemente Patrick Watts ha estado suministrando artículos al semanario con interesantes crónicas de la historia de las Falklands, y Mark Blackmore escribe semanalmente una columna desde Devon, y ocasionalmente produce algo más de ser necesario.

En el correr de los años los lectores seguramente se han dado cuenta de un incremento en el número de avisos lo cual, a su vez, ha permitido al diario sobrevivir los tiempos difíciles. Con un ingreso sostenido de avisadores, el precio del ejemplar no se ha incrementado en los últimos cinco años y el Penguin News permanece el único diario en las Falklands.

Categorías: Internacional.