Cuatro países latinoamericanos expresaron rápidamente su desacuerdo con que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela ratificara la supuesta victoria del actual presidente Nicolás Maduro en las elecciones del 28 de julio, pese a las denuncias de juego sucio de la oposición respaldadas por la Organización de Estados Americanos (OEA) y gran parte de la comunidad internacional.
Chile, Uruguay, Paraguay y Guatemala insistieron en la idea de fraude, mientras que países gobernados por coaliciones de izquierda como Brasil, Colombia y México aún no anunciaron su posición al respecto. Estas tres naciones han estado tratando de negociar con Maduro una solución a la crisis política y a la agitación social que ya provocó más de 25 muertes y 2.400 detenciones.
Emitida a petición de Maduro, la decisión del TSJ se produjo 22 días después de la presentación de un recurso de amparo por el que los diez ex candidatos presidenciales fueron citados ante el Supremo, aunque Edmundo González Urrutia -cuya Plataforma Democrática Unitaria (PUD) aseguró haber ganado con cerca del 67% de los votos- no concurrió.
Aunque su administración puede considerarse de izquierdas, el presidente de Chile, Gabriel Boric Font, dijo en X que hoy el TSJ de Venezuela termina de consolidar el fraude. Agregó que el régimen de Maduro obviamente acoge con entusiasmo su sentencia que quedará marcada por la infamia. No hay duda de que estamos ante una dictadura que falsea elecciones, reprime a quienes piensan distinto y es indiferente ante el mayor exilio del mundo solo comparable al de Siria como consecuencia de una guerra.
En idéntico sentido, el mandatario uruguayo Luis Lacalle Pou señaló: El régimen de Maduro confirma lo que la comunidad internacional viene denunciando: el fraude. Una dictadura que cierra todas las puertas a una vida institucional y democrática de su pueblo. Asimismo, Lacalle subrayó que no debemos callar ni cesar en la defensa de la causa venezolana.
El paraguayo Santiago Peña calificó de inaceptable la decisión del tribunal sin una revisión exhaustiva e independiente del controvertido proceso electoral. También lamentó profundamente la decisión del Gobierno venezolano de avanzar en la ratificación de unos resultados electorales que no reflejan la voluntad del pueblo venezolano.
Es inaceptable que se pretenda validar ganadores sin una revisión exhaustiva e independiente, insistió Peña, quien previamente había expresado su opinión de que los dictadores no se van por la fuerza de los votos.
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, anunció que su país no reconocería el fraude electoral perpetrado por el régimen de Maduro. La crisis en Venezuela es indiscutible, y desde Guatemala ya hemos dicho que sus recientes elecciones son solo una demostración de la misma: el régimen de Maduro no es democrático y no reconocemos su fraude, escribió en X al igual que sus colegas sudamericanos.