El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, asistirá esta semana a la Cumbre del G7 en Borgo Egnazia, Italia, invitado por la primera ministra, Georgia Meloni, con la misión de centrarse en la inclusión social y el cambio climático, informó la Agencia Brasil.
El país sudamericano es actualmente la octava economía del mundo, pero no forma parte del grupo de élite que reúne a los supuestos siete más fuertes del planeta: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. De ahí que Lula vaya a hacer una aparición como invitado en el evento. Hasta 2014, Rusia formó parte del grupo -entonces conocido como G8-, pero fue expulsada debido a la anexión de Crimea a Ucrania. A las cumbres del G7 suelen asistir también países invitados. El presidente argentino, Javier Milei, también tiene previsto estar allí entre el 13 y el 15 de junio, según fuentes de la Casa Rosada.
De camino a la cita, Lula hará una parada en Ginebra, Suiza, para participar en la conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que comenzó el 3 de junio y se prolongará hasta el 14 de este mes.
Será la octava Cumbre del G7 de Lula. Las seis primeras tuvieron lugar durante sus dos primeros mandatos, entre 2003 y 2009. Brasil no había asistido a una reunión del grupo desde entonces. La séptima participación del presidente brasileño fue el año pasado, en Hiroshima, Japón.
Desde el año pasado, el gobierno brasileño dialoga con las autoridades italianas, ya que ambos ocupan las presidencias rotatorias del G20 y del G7. El G20 reúne a 19 de las mayores economías del mundo, además de la Unión Europea y la Unión Africana.
En el G7, se espera que Lula defienda la agenda brasileña del G20 de inclusión social y lucha contra la desigualdad, el hambre y la pobreza; al tiempo que aborde el cambio climático, con especial atención a la transición energética, y promueva el desarrollo sostenible en sus dimensiones económica, social y medioambiental; y defienda la reforma de las instituciones de gobernanza global, que refleja la geopolítica del presente.
La tributación global del 2% de los ingresos de los súper ricos también está en la agenda de Brasil como presidente del grupo. La propuesta se presentó por primera vez en febrero, en la reunión de ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales del G20 en São Paulo. El Ministro de Finanzas de Brasil, Fernando Haddad, dijo en una reunión del G20 en Estados Unidos en abril que esperaba que se alcanzara un acuerdo para la Cumbre de noviembre en Río de Janeiro. Haddad trató estos temas con el Papa Francisco.
Gravar hasta el 2% de los ingresos de las mayores fortunas del planeta se considera una oportunidad para reducir la desigualdad social y combatir los efectos del cambio climático. Recientemente, Haddad afirmó que la propuesta está ganando el apoyo de varios países y podría incluirse como recomendación en las reformas propuestas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).