Brasil encabeza la lista de casos sospechosos de dengue en la región, con 6,3 millones, seguido por 420.000 de Argentina, 257.000 de Paraguay y 200.000 de Perú, informó este lunes la Agencia Brasil. En el país más grande de Sudamérica, más de 3 millones de estas notificaciones han dado posteriormente resultados positivos de laboratorio.
Los datos provienen de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ya ha informado de un total de 7,6 millones de casos probables de dengue en todo el mundo este año, 3,4 millones de los cuales han sido confirmados por laboratorio. El panel de vigilancia de la OMS también mencionó unas 3.000 muertes causadas por la enfermedad. En la actualidad, 90 países tienen transmisión activa del dengue.
Aunque en los últimos cinco años se ha registrado un aumento sustancial de los casos de dengue en todo el mundo, este incremento ha sido particularmente pronunciado en la región de las Américas, donde el número de casos superó los 7 millones a finales de abril, superando los 4,6 millones de casos registrados para todo el año 2023, dijo la OMS.
La organización también advirtió que los cuatro serotipos de dengue se han detectado en las Américas este año en al menos seis países: Brasil, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México y Panamá.
Además, muchos países endémicos no cuentan con mecanismos sólidos de detección y notificación, lo que significa que se subestima la verdadera carga del dengue en todo el mundo. Para controlar la transmisión de forma más eficaz, se necesita una sólida vigilancia del dengue en tiempo real, señaló también la OMS.
El organismo de las Naciones Unidas considera que la vacuna contra el dengue forma parte de una estrategia integrada de lucha contra la enfermedad, que también incluye el control de los vectores, el tratamiento adecuado de los casos y la participación de la comunidad. La OMS recomienda el uso de TAK-003, la única vacuna disponible, en niños de 6 a 16 años en lugares con una alta intensidad de transmisión del dengue.
La marca Qdenga desarrollada por el laboratorio japonés Takeda comenzó a administrarse en el sistema de salud pública de Brasil en febrero de este año. Debido a la cantidad limitada de dosis, la vacunación está restringida a niños y adolescentes de entre 10 y 14 años.
Los datos de la OMS también mostraron un solapamiento en los casos de dengue, chikungunya y Zika, todos ellos transmitidos por el mosquito Aedes aegypti y con síntomas similares. De ahí que puedan producirse diagnósticos erróneos. Los datos de vigilancia durante grandes brotes de sospecha de dengue pueden incluir erróneamente casos de una o ambas de las otras enfermedades, explicó la OMS
La organización citó un estudio realizado en el estado brasileño de Minas Gerais el año pasado, en el que los casos sospechosos de dengue representaron el 84,4% de un total de 828.654 casos probables de arbovirus, mientras que los casos sospechosos de chikungunya sólo supusieron el 15,6%. La proporción real de las dos enfermedades entre los casos confirmados por laboratorio fue del 65,9% para el chikungunya y sólo del 34,1% para el dengue.
Los sistemas de vigilancia que se centran específicamente en la transmisión endémica de chikungunya y Zika son débiles o inexistentes en muchos países, subrayó la OMS. Existen importantes diferencias entre estas enfermedades en cuanto a las poblaciones de riesgo, el tratamiento de los pacientes y el uso de los recursos sanitarios, añadió.
El virus del Zika es especialmente peligroso entre las mujeres embarazadas debido a su asociación con casos de microcefalia. Ampliar la vigilancia para monitorear simultáneamente los tres virus puede ayudar a las autoridades de salud pública a determinar con precisión la verdadera carga de cada enfermedad, refinar las evaluaciones de riesgo y optimizar la gestión clínica y la asignación de recursos para intervenciones de salud pública más efectivas.
Hasta la fecha, el panel de la OMS estima que para 2024 habrá más de 250.000 casos de chikungunya en todo el mundo y casi 7.000 casos de virus Zika.