El futuro de Gibraltar e Irlanda del Norte tras el Brexit con respecto a Europa se debatirá este jueves en una reunión en Bruselas en la que participarán el ministro británico de Asuntos Exteriores, Lord David Cameron, su colega español, José Manuel Albares, el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, y el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Maros Sefcovic.
Bajo el mandato de Cameron como Primer Ministro, Gran Bretaña celebró el histórico referéndum por el que decidió separarse de la alianza continental, conocido comúnmente como Brexit, tras el cual la situación de Gibraltar e Irlanda del Norte quedó sin resolver.
La de este jueves será la segunda reunión de este tipo. Entre los puntos conflictivos de las negociaciones figuran las normas que regirán la frontera de Gibraltar con España y la Unión Europea, y la pretensión española de una mayor gestión del aeropuerto local. Según medios londinenses, se teme que la actuación de Lord Cameron se traduzca en concesiones que erosionen la soberanía del Reino Unido sobre un territorio de ultramar también reclamado por España.
No debe perseguirse un acuerdo independientemente del coste, señala una carta enviada la semana pasada por Sir Bill Cash al ministro británico para Gibraltar, David Rutley. La nota también revela el temor de que el péndulo pudiera oscilar demasiado en dirección a la UE.
A principios de esta semana, el historiador David Abulafia escribió en The Telegraph que ceder parte de la soberanía de Gibraltar sentaría un precedente que Argentina podría seguir con las Falkland. Otros países podrían fijarse en otros territorios británicos de ultramar -como las islas Falkland- y solicitar una relación similar a la que España tiene con Gibraltar. Si alguna vez se llegara a un acuerdo, eso podría significar que Argentina compartiera partes del territorio soberano británico, declaró.
Las actuales negociaciones sobre el pintoresco aeropuerto de Gibraltar podrían tener consecuencias imprevistas, explicó, pocos días después de que el Presidente argentino Javier Milei dijera que planeaba devolver las Islas Malvinas a la administración argentina mediante una hoja de ruta.
La Unión Europea y España han retomado recientemente sus antiguos planes para convertir el aeropuerto de Gibraltar en punto de acceso de viajeros al sur de España, lo que supondría su incorporación al espacio Schengen. Su identidad distintiva y su profunda lealtad a Gran Bretaña no deben alterarse por ningún motivo. Su importancia supera con creces su tamaño, señaló Abulafia. Según GB News, el gobernador de Gibraltar, vicealmirante Sir David Steel, era consciente de que varios eventos de los últimos años se habían apagado para apaciguar a los españoles.
En este escenario, la ronda de negociaciones del jueves se sigue de cerca en el Atlántico Sur, en la medida en que se procura un acuerdo que incluya a Gibraltar que quedó por fuera del tratado comercial UE-Reino Unido de 2019. Se dice Madrid presiona para que el nuevo documento se firme antes de las elecciones al Parlamento Europeo del 6 de junio.
Gibraltar está técnicamente fuera de la unión aduanera de la UE, sin embargo, Madrid ha concedido una exención temporal para trabajadores y veraneantes, lo que ha generado un limbo desde el Brexit. Las negociaciones actuales tienen en mente los viajes entre Gibraltar y la zona Schengen. Que España gestione de alguna manera el aeropuerto de Gibraltar lo convertiría en un punto de acceso directo al sur de España y, por tanto, a la zona Schengen. Además, cualquier copropiedad del aeropuerto afectaría negativamente a los intereses militares británicos, dado que la pista de aterrizaje es compartida entre el aeropuerto comercial y la base de la Royal Air Force.
Cualquier papel de España en la gestión del aeropuerto o cambio en su estatus, por pequeño o inocuo que parezca, debe ser descartado, advirtió Cash. El aeropuerto y el istmo en el que se asienta tienen una importancia estratégica significativa, y su futuro no puede arriesgarse por un acuerdo de servicios aéreos para un puñado de vuelos comerciales al año a Estados miembros de la UE, añadió.