Un policía y 11 reclusos murieron este lunes durante la llamada Operación Veneratio en el penal de Tacumbú, en Asunción, mediante la cual el gobierno del presidente Santiago Peña puso fin a impensables privilegios otorgados al narco Armando Javier Rotela y su banda, que prácticamente controlaba el lugar.
El operativo fue concebido para trasladar a Rotela y otros delincuentes a diferentes centros penitenciarios a nivel nacional. Luego de la revuelta, Rotela fue recapturado y conducido al penal militar de Viñas Cue, también ubicado en Asunción. En el proceso que involucró a la Policía Nacional de Paraguay -particularmente el grupo táctico Lince- y Fuerzas Militares, también resultaron heridos por disparos al menos 36 agentes y 24 presidiarios. Según el ministro del Interior, Enrique Riera, muchos de los presos fallecidos fueron asesinados por reclusos de bandas rivales.
“Con firmeza y determinación hemos llevado a cabo una operación histórica y sin precedentes en aras de construir un país más seguro para nuestras familias”, afirmó Peña.
Hoy el Gobierno de Paraguay dijo basta a un modelo penitenciario que convertía las cárceles en verdaderas escuelas del crimen, agregó. “Basta de privilegios, de complicidades, de descontrol, y más que nada, dijimos basta a un modelo penitenciario que convertía las cárceles en verdaderas escuelas de delincuencia”.
Durante décadas y como todos saben, el penal de Tacumbú se convirtió en un centro desde donde operaban grupos criminales, planeando asaltos y distribuyendo estupefacientes que envenenaron a más de 90.000 jóvenes sólo de Asunción y Central, y muchos más en todo el país, añadió el mandatario.
El oficial fallecido fue identificado como el suboficial Martín Mendoza, quien representa la valentía y profesionalismo con el que las fuerzas del orden llevaron a cabo este operativo, señaló también Peña.
El Ministerio de Salud de Paraguay dijo que un total de 54 personas (14 agentes del orden y 40 reclusos) fueron atendidas en varios hospitales por las lesiones sufridas durante la operación, mientras que otras 40 personas recibieron atención médica en puestos móviles fuera de la penitenciaría de Tacumbú.