MercoPress. South Atlantic News Agency
El optimismo rodea la cumbre UE-CELAC de la próxima semana
La UE espera firmar un acuerdo político con Colombia durante la posible visita de Petro a Bruselas en octubre La cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE) que se celebrará en Bruselas el lunes y el martes próximos está rodeada de un halo de optimismo, se informó. La reunión marcará la reanudación de las relaciones al más alto nivel después de ocho años.
“Lo más importante de esta cumbre es la cumbre en sí. El primer mensaje que tenemos que subrayar es que necesitamos recuperar este espacio de diálogo después de ocho años en los que no pudimos conectarnos con la UE”, dijo el subsecretario argentino para Asuntos Latinoamericanos y del Caribe, Gustavo Martínez Pandiani.
“Como coordinador nacional de Argentina, estoy participando en intensas negociaciones relacionadas con varios temas importantes del diálogo birregional entre América Latina y el Caribe y Europa”, publicó en inglés en redes sociales.
Los dos bloques representan a 61 países, un tercio de los miembros de las Naciones Unidas, el 21% del producto interior bruto (PIB) mundial y más de mil millones de personas (casi el 14% de la población mundial). De las 33 delegaciones latinoamericanas y caribeñas que se espera asistan a la cumbre, 26 estarán representadas por Jefes de Estado o de Gobierno.
Será la novena cumbre entre la UE y América Latina y el Caribe, y la tercera desde la creación de la CELAC. Los líderes de ambos bloques no se reunían desde junio de 2015. Tras ese último encuentro, la pandemia o la salida temporal de Brasil de la agrupación latinoamericana complicaron el relanzamiento de esos encuentros.
Para lograr que esas cumbres se celebren cada dos años, la UE propuso un “mecanismo de coordinación”, que consiste en una “estructura ligera que se adaptará al formato que quiera la CELAC” y que se basará en reuniones periódicas de altos funcionarios y cancilleres, con la idea de cubrir una hoja de ruta de trabajo conjunto en 2023 y 2024 hasta la próxima cumbre, que esperan celebrar en 2025 con Colombia como presidente pro témpore.
Ambos bloques negocian contrarreloj la declaración que esperan aprobar en la cumbre, y en la que la UE quiere incluir una condena a la guerra de agresión rusa en Ucrania, respaldada por una de las regiones del mundo con las que considera que tiene más afinidades.
Según un alto funcionario de la UE, “las diferencias se están cerrando”, mientras que cuestiones como la financiación de la mitigación del cambio climático aún se están negociando. Sobre este tema, la UE está dispuesta a evaluar la propuesta del presidente colombiano, Gustavo Petro, de reestructurar el sistema financiero mundial para adoptar el canje de deuda externa por acción climática.
Por otro lado, la CELAC quiere incluir en el texto una referencia a las reparaciones y a la condena de la esclavitud.
La UE está “interesada en avanzar” en el acuerdo comercial con Mercosur, aclarando que la propuesta europea de un instrumento adicional sobre clima y prevención de la deforestación no incluye sanciones.
Sobre este punto, Martínez Pandiani dijo no esperar grandes avances, pero no descartó que los líderes de la UE y Mercosur puedan mantener reuniones al margen de la cumbre.
Por otro lado, durante la cumbre, la UE planea firmar dos memorandos de entendimiento político con El Salvador y Honduras, dos acuerdos energéticos con Uruguay y Argentina, y uno sobre materias primas con Chile, además de un acuerdo político con Colombia que esperan impulsar durante la posible visita de Petro a Bruselas en octubre.
