Aprovechando los festejos y celebraciones con motivo de la coronación del Rey Carlos III, las islas Falkland no han escatimado esfuerzos en marcar los fuertes vínculos de la Familia Real con el archipiélago del Atlántico Sur. En efecto si bien los tiempos en que la Marina Real dominaba mares y olas, y especialmente tras la apertura del Canal de Panamá, puntos estratégicos como podrían ser las Falklands a la salida de la confluencia de los grandes océanos ya dejaron de tener trascendencia, (aunque ahora han sido reemplazados por lo estratégico en materia de acceso al continente antártico), las Falklands nunca dejaron de tener una relación muy especial con la metrópoli y la familia real.
Relaciones que no se limitaron al siglo 20 y 21 con Isabel II y el recientemente coronado Carlos III, sino también a miembros de otra familia real, hijos de otra reina muy longeva, pero del siglo 19.
Podemos decir, y es fácilmente comprobable, que desde el reinado de Isabel II a fines de la década de los cuarenta, todos los integrantes de su familia real visitaron y/o estuvieron de alguna forma vinculados con las Islas. En 1957 lo hizo el marido de Isabel, Felipe de Edimburgo, en su gira por el mundo en el yate real Britannia. Ocasión que por lo visto mucho disfrutó de los más de diez días en las Falklands, donde aprovechó a practicar una de sus pasiones, los caballos, y tantas cosas interesantes que pudo apreciar en las Islas
Felipe reiteraría la visita nuevamente varias décadas después en 1991, cuando se encontró con unas Islas totalmente distintas, el pueblo adormecido de pastores de ovejas fue reemplazado por otra dinámica, una economía floreciente, basada en la pesca y el turismo.
En marzo de 1999, el primogénito de Isabel, y su sucesor, Carlos III, entonces Príncipe de Gales, como parte de una gira que incluyó la Argentina de Carlos Menem, y Uruguay estuvo en las Falklands. Es un clásico la foto de Carlos en una de las tanta islas del archipiélago rodeado de pingüinos.
Quien ha concurrido con mayor frecuencia a las Islas Falkland ha sido la Princesa Ana, lo hizo en 1996, 2007, 2009, 2016, y en 2022, como representante de la Corona con motivo del cuarenta aniversario de la guerra de 1982, cuando una Fuerza de Tareas británica logró la Liberación, tras la invasión y ocupación de fuerzas militares argentinas.
En 1982, estuvo en las Islas, el Príncipe Andrés, Duque de York, segundo hijo varón de la Reina, pero lo hizo como integrante de la Fuerza de Tareas británica, pues en esos años cumplía funciones en la Marina Real, como piloto de helicóptero. Al decir del dictador Fortunato Galtieri, el principito, quien estuvo en combate y sobrevivió como un soldado más aquel conflicto bélico.
En junio de 2007 visitó las Falklands, el tercer hijo de Isabel, Eduardo, Conde de Wessex, quien lo hizo con motivo del 25 aniversario del fin de la guerra y Liberación de las Islas.
A propósito de los sesenta años del reinado de Isabel, su Jubileo de Diamante, visitó las Islas, el Duque de Kent, primo de Isabel y masón insigne si los hay.
En otras palabras, aunque la Reina Isabel nunca visitó las Falklands, si lo hicieron todos sus familiares inmediatos, incluyendo el futuro rey, Carlos III, y en el 2012 quien sucederá a Carlos, el Príncipe William, entonces Duque de Cambridge y ahora oficialmente Príncipe de Gales.
William lo hizo también como piloto de helicóptero, pero un Sea King de la RAF, e integrante de un equipo de salvamento y rescate.
Finalmente en el frondoso archivo de las Falklands emergió que en mayo de 1871, el entonces Príncipe de Edimburgo, y segundo hijo de la Reina Victoria, Alfredo, arribó a las Falklands como comandante del buque de guerra HMS Galatea, donde aprovechó a pasar varios días. El Príncipe estaba en una gira mundial que tocó varios puertos en América del Sur.
Por lo visto en las Falklands participó de una partida de caza, aprovechó a visitar varias pingüineras, fue agasajado por el entonces Gobernador y miembros de la comunidad, y retribuyó con una cena a bordo de la fragata, casco de madera, con un desplazamiento de 4,600 toneladas.