El líder ruso Vladímir Putin tendría un plan de salida hacia Venezuela en caso de caer en desgracia en Moscú si su país no triunfa militarmente en Ucrania. También se barajaron Argentina y China, pero finalmente se descartaron.
Según Abbas Gallyamov, un antiguo redactor de discursos de Putin que vive exiliado en Israel desde 2018, el plan de huida se conoce como el Arca de Noé. También se informó que Yury Kurilin, vicepresidente y jefe de personal de la compañía energética rusa Rosneft, fue encargado de hacer los arreglos con Caracas.
El Arca de Noé consiste en encontrar nuevas tierras a las que puedas ir en caso de que la situación se vuelva completamente incómoda en tu tierra natal, escribió Gallyamov en su canal de Telegram. El entorno del líder no excluye que pierda la guerra, añadió. En esas circunstancias, Putin necesitaría evacuar urgentemente a algún lugar, añadió citando a una fuente fiable.
En verano, Kurilin dimitió formalmente de Rosneft y ahora se dedica plenamente al Arca de Noé, escribió también Gallyamov. Tiene nacionalidad estadounidense y buenos contactos. Se graduó en la Universidad Hayward de California y trabajó en estructuras de BP, incluido el alto cargo de director de asuntos corporativos. Kurilin seguía figurando como vicepresidente y jefe de personal de Rosneft en sitios como la página de perfil de la empresa del Wall Street Journal.
Desgraciadamente, mi fuente no conoce más detalles, sin embargo, lo que se ha dicho es suficiente para entenderlo: cuando ellos [Rusia] dicen que 'todo va según el plan', tiene sentido aclarar cuál. Parece que tienen más de un plan, concluyó Gallyamov.
Las publicaciones de Gallyamov en Telegram se conocieron gracias a un reporte de Newsweek.
Citando fuentes cercanas a la administración presidencial y una fuente en Rosneft, el canal de Telegram Mozhem Obyasnit también informó de que altos funcionarios rusos han comenzado a comprar propiedades inmobiliarias y a trabajar para obtener derechos de residencia en Venezuela, en particular en la Isla Margarita, donde se sienten a salvo de la extradición, mientras que quienes no tienen un rango muy alto en el gobierno ruso están buscando residencia en Ecuador, Paraguay y Argentina.