Nadie resultó herido al estallar un coche bomba frente a una comisaría de policía de Guayaquil, según se informó este domingo.
El portavoz de la policía Maximiliano Maldonado añadió que sólo se produjeron pequeños daños en un coche patrulla aparcado al lado de la sede de la fuerza, mientras que un sospechoso ha sido detenido en relación con el incidente.
Maldonado también admitió que el ataque podría estar vinculado a la banda Los Tiguerones, que supuestamente escribió su nombre en el vehículo y que aparentemente estaba llevando a cabo una venganza contra los agentes de policía. Los Tiguerones es una de las bandas más peligrosas del país y se ha informado de que tiene capacidad operativa desde el interior de las prisiones.
Según versiones, el coche bomba fue abandonado por personas no identificadas que huyeron en una motocicleta. El atentado se produjo un mes después de un ataque a la cárcel de Guayaquil, bajo la misma modalidad y también sin víctimas.
Otros medios de comunicación de Ecuador recordaron que se trata de la quinta explosión de este tipo este mes en el país en las provincias de Esmeraldas y Guayaquil.
Las autoridades informaron de la explosión de un coche bomba frente a un cuartel policial en La Florida, en el norte de Guayaquil, después de que las fuerzas policiales limpiaran grafitis y símbolos de las organizaciones criminales.
”La Policía Nacional está investigando lo ocurrido en la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC) La Florida en Guayaquil”, dijo el ministro del Interior, Patricio Carrillo.
Tras el suceso, la Policía Nacional ecuatoriana informó del despliegue de sus unidades especializadas y de inteligencia para localizar a los implicados en la detonación del artefacto.
Según medios locales, el uso de explosivos y coches bomba está en aumento a medida que el crimen organizado gana territorio en un país azotado por sucesivas masacres en las cárceles, que han dejado más de 400 reclusos muertos desde 2020.