Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la inflación en las principales economías de América Latina ha alcanzado sus niveles más altos en 15 años. La agencia financiera informó este viernes que estos resultados eran consecuencia del impacto en la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania.
“La inflación en las principales economías de América Latina está en el nivel más alto en 15 años, luego de sufrir dos grandes choques: el impacto de la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania”, subrayó el FMI en un informe de su Departamento del Hemisferio Occidental.
La inflación en Brasil, Chile, Colombia, México y Perú se aceleró durante 2021 por el alza de los precios de los alimentos y la energía, la inercia de las políticas monetarias y una fuerte recuperación de la demanda tras la crisis del coronavirus, que comenzó por los bienes y luego se extendió a los servicios.
El FMI también señaló que la guerra entre Rusia y Ucrania produjo una exacerbación de las presiones inflacionarias. Según los cálculos del Fondo, un aumento de 10 puntos en el precio internacional del petróleo produciría un aumento equivalente de 0,2% en la inflación en estos países, mientras que un aumento en el mismo rango en el caso de los alimentos se traduciría en un 0,9% más de inflación.
La organización también advirtió que el fenómeno inflacionario, además de tener un impacto en la macroeconomía, es regresivo dado que los alimentos y la energía representan un mayor porcentaje de las canastas de los hogares de menores ingresos, que son los que más sufrieron la pandemia.
El FMI también indicó que, a diferencia del resto del mundo, en América Latina hay un papel más importante para factores como los precios de las materias primas y las importaciones. En países como Estados Unidos, en 2021 los precios se vieron impulsados al alza por el repunte de la demanda, potenciada, en muchos casos, por las medidas de estímulo fiscal.
Para frenar la inflación, los bancos centrales de la región comenzaron a subir sus tasas de referencia, finalizando 2021 con alzas de tasas acumuladas de 1,75% a 9,75%.
En este escenario, los economistas del FMI recomendaron a los bancos centrales de la región permanecer alerta y continuar tomando acciones decisivas, si es necesario.
Según las oficinas de medición de cada país, la inflación acumulada en los últimos doce meses fue de 284,4% en Venezuela, 55,1% en Argentina, 11,30% en Brasil, 10,1% en Paraguay, 9,4% en Chile, 9,38% en Uruguay, 8,53% en Colombia, 7,45% en México y 6,82% en Perú, correspondiendo la mayor parte a gastos de alimentación, combustible y transporte.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, advirtió que por primera vez en muchos años, la inflación se ha convertido en una amenaza para muchos países del mundo y representa un gran revés para la recuperación mundial.
Los precios de los alimentos y la energía, junto con los problemas en las cadenas de suministro, continúan ejerciendo presión sobre la inflación, y en los países avanzados está alcanzando un máximo de cuatro décadas, agregó.
Georgieva también teme que las expectativas inflacionarias puedan desanclarse, lo que podría dificultar su contención.