La permanencia del primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, en el cargo está en duda luego de la publicación este lunes de un informe de la funcionaria Sue Gray que ha proporcionado a los investigadores policiales más de 300 fotografías de la fiesta o fiestas celebradas en 10 Downing Street mientras los mandatos de confinamiento por la pandemia de COVID-19 estaban vigentes.
El documento de 12 páginas deja en claro que las fiestas en medio de una cuarentena “no deberían haberse permitido”, mientras que otras no deberían haberse desarrollado “como lo hicieron”.
Gray también habló de “fallas de liderazgo y juicio por parte de diferentes partes del No 10 y la Oficina del Gabinete en diferentes momentos” con algunos de sus comportamientos “difíciles de justificar”. El informe destacó además el consumo excesivo de alcohol, que “no era apropiado en un lugar de trabajo profesional en ningún momento”. Gray señaló asimismo que algunos empleados querían plantear sus inquietudes sobre lo que habían presenciado, pero se sintieron incapaces de hacerlo.
“Al menos algunas de las reuniones en cuestión representan un incumplimiento grave no solo de los altos estándares que se esperan de quienes trabajan en el corazón del gobierno, sino también de los estándares que se esperan de toda la población británica en ese momento”, agregó el informe.
Gray explicó que la Policía Metropolitana le había pedido que hiciera una referencia mínima a las fiestas que también estaban bajo investigación, lo que provocó una reacción de los parlamentarios que dijeron que la policía quería lavar el informe.
La última revelación en semanas recientes fue que a pesar del confinamiento vigente se llevó a cabo una fiesta para celebrar el cumpleaños de Johnson el 19 de junio de 2020. Hasta ahora, el primer ministro se ha negado a renunciar a pesar de la ira pública y dijo a la Cámara de los Comunes que lamentaba la forma en que las cosas habían sucedido y que era hora de revisar los códigos de conducta. “En primer lugar, quiero pedir perdón”, dijo Johnson el lunes por la tarde. “Lamento las cosas que simplemente no hicimos bien y también la forma en que se manejó este asunto”. Johnson admitió que una disculpa no era suficiente y anunció que crearía una Oficina del Primer Ministro, con una secretaría permanente.
En medio de las burlas de los legisladores de la oposición, el líder laborista Keir Starmer dijo que “al romper rutinariamente las reglas que [él mismo] estableció, el primer ministro nos tomó a todos por tontos” y “trata lo que debería ser una señal de vergüenza como un escudo de bienvenida”, agregó Starmer, al tiempo que señaló que el informe de Gray revelaba que 12 casos ameritaban una investigación criminal. Dijo además que Johnson era “un hombre sin vergüenza” y reiteró su pedido de renuncia al primer ministro.
Los legisladores conservadores habían dicho que esperarían los hallazgos del informe de Gray antes de emitir un juicio sobre su líder. Ahora Johnson podría enfrentar un voto de censura, aunque algunos parlamentarios se muestran partidarios de esperar a ver cómo le va al Partido Conservador en las elecciones locales de mayo, mientras que las encuestas de opinión muestran constantemente que la aprobación de Johnson está en su punto más bajo.
El primer ministro ya admitió a principios de este año que había asistido a una de las fiestas en mayo de 2020, pero solo durante 25 minutos para “agradecer a grupos de personal” su arduo trabajo, por lo que ofreció sus “más sinceras disculpas”. La administración de Boris Johnson ahora se refiere a estos festejos como un “fracaso grave” de los estándares de los cargos públicos.
Gray dijo que 12 de las 16 fiestas que relevó están siendo investigadas por la Policía Metropolitana de Londres y que no podría entregar su informe completo hasta que se complete esa tarea. Los detectives ahora deben revisar más de 500 páginas de documentos, así como unas 300 fotografías. Si la policía determina que se violaron las reglas, los involucrados podrían enfrentar fuertes multas, se informó.
La exprimera ministra Theresa May, antecesora de Johnson, dijo que él “no había leído las reglas o no las había entendido” o que “no creía que las reglas se aplicaran” a él.