El gobierno del primer ministro británico, Boris Johnson, está elaborando un proyecto de ley de Libertades del Brexit para desechar las regulaciones de la Unión Europea que se introdujeron en la legislación local antes de abandonar el bloque, se anunció este lunes.
Un comunicado de la oficina del Primer Ministro explicó que las reformas ayudarían a suprimir los gastos por un monto de 1.000 millones de libras esterlinas derivados de las regulaciones burocráticas europeas. A pesar de los aspectos positivos del plan, Johnson ha sido acusado de lanzar estrategias a medio desarrollar para conseguir el apoyo de su propio Partido Conservador a medida que aumentan los escándalos por las fiestas en Downing Street que irrespetaban la cuarentena.
El Gobierno también dijo que el nuevo proyecto de ley garantizaría que los cambios se puedan hacer más fácilmente, para que el Reino Unido pueda capitalizar las libertades del Brexit más rápidamente. El Reino Unido ha conservado muchas leyes de la UE desde que abandonó el bloque en enero de 2020, y los Conservadores que favorecieron la medida presionan para que el gobierno aproveche el nuevo estatus de Gran Bretaña.
El exministro del gabinete Lord David Frost dijo en noviembre que “no hemos retrocedido con éxito las fronteras de la Unión Europea desde Gran Bretaña con el Brexit, más allá de importar ese modelo europeo después de todo este tiempo”, con miles de leyes y reglamentos de la UE aún vigentes en Gran Bretaña tras el Brexit.
Reformar y derogar la legislación de la UE llevaría varios años, mientras que el nuevo proyecto de ley pretende hacer cambios más rápidos en beneficio de Gran Bretaña.
Nuestro nuevo proyecto de ley de libertades Brexit terminará con el estatus especial de la ley de la UE en nuestro marco legal y garantizará que podamos enmendar o eliminar más fácilmente la ley obsoleta de la UE en el futuro, continuó el mensaje de Johnson.
El gobierno dijo que también publicaría un documento sobre cómo planea aprovechar el Brexit para realizar cambios en su marco regulatorio y reducir la burocracia. Los planes incluyen establecer un régimen de derechos de datos, mejorar la contratación pública, establecer un régimen de control de subsidios nacionales para apoyar la economía del Reino Unido y reducir la carga de informes para las pequeñas y medianas empresas.
La administración conservadora también quiere alejarse de la UE en cuestiones de inteligencia artificial, protección de datos y ensayos clínicos para nuevos medicamentos.