La mina de cobre de Antamina en Perú tuvo que paralizar sus operaciones este domingo debido a una huelga de una comunidad rural que decidió bloquear una de las carreteras que se utilizan para el transporte del metal extraído.
Creemos que no hay garantías para realizar nuestro trabajo productivo o seguir trabajando en proyectos y obras para el desarrollo en nuestra zona de influencia operativa, anunció la multinacional en Twitter.
La empresa, bajo el control de la australiana BHP Billiton y la suiza Glencore, instó al gobierno a restablecer el orden para reanudar el diálogo entre las partes, y señaló que mientras no se cumplan estas condiciones, no podemos continuar funcionando.
El depósito de Antamina en la región Ancash, provincia de Huari, a una altitud de 4.300 metros sobre el nivel del mar, es fuente de cobre, plata y zinc.
La suspensión de las operaciones se produce luego de dos violentas protestas contra otras dos empresas mineras en Ayacucho, al sur de Perú, donde sus campamentos fueron incendiados y saqueados el jueves y viernes.
La comunidad campesina del distrito de Aquia, colindante con el yacimiento, denuncia que Antamina usurpó tierras que le pertenecen y exige mejores condiciones sociales. Antamina ha construido un circuito subterráneo para transportar el mineral. Los campesinos han bloqueado durante una semana el camino por el que pasa este circuito.
Los manifestantes exigen una compensación por el uso de sus tierras para transportar el mineral producido por Antamina, propiedad de BHP (33,75%), Glencore (33,75%), Teck Resources (22,75%) y Mitsubishi (10%).
La empresa minera ha basado su decisión de paralizar las operaciones en el potencial riesgo de violencia contra sus instalaciones luego de que se produjeran amenazas ante el fracaso del diálogo, lo que generó temores de que incendios y obstrucción de vías de comunicación y delitos contra la tranquilidad pública, en forma de disturbios puedan tener lugar. “No queremos esperar hasta que suceda algo que ponga en riesgo la integridad física de nadie. … Creemos que es necesario que el gobierno y sus autoridades actúen para restablecer el orden”, dijo la empresa en un comunicado.
El Ministerio del Interior de Perú ha prometido en un comunicado su compromiso de seguir manteniendo el orden público con pleno respeto a los derechos fundamentales y la paz social.
Los campesinos han solicitado la presencia del presidente Pedro Castillo para solucionar el conflicto. El líder socialista llegó al poder prometiendo un nuevo acuerdo con el sector minero del cobre y redistribuir las ganancias a las comunidades andinas como las de Antamina, Las Bambas de MMG y Antapaccay de Glencore.
Antamina es una de las diez minas más grandes del mundo en términos de volumen de producción y es la mina de cobre más grande de Perú, uno de los principales países productores mundiales de plata, cobre y oro. La minería es uno de los motores de la economía nacional.
“Vemos una intolerable violación del estado de derecho que pone en gran riesgo la vida de los trabajadores y la población, así como a la propiedad pública y privada”, dijo el director ejecutivo Pablo de la Flor en un comunicado.
Antes de la reciente ola de malestar social, se esperaba que Antamina se convirtiera este año en la cuarta mina productora de cobre más grande del mundo. El gerente de operaciones, Víctor Gobitz, había dicho el mes pasado que se esperaba que la producción de cobre aumentara un 11,8% este año a 443.000 toneladas, en comparación con la chilena Escondida con 1,13 millones de toneladas, la mina Grasberg de PT Freeport en Indonesia con 620,300 toneladas y la chilena Collahuasi con 600.000 toneladas.
Las cifras del gobierno muestran que Antamina produjo 302.958 toneladas de cobre en el período enero-agosto, un aumento de 25,6% en comparación con el mismo período del año pasado. También pagó impuestos que representan alrededor del 4% de los ingresos fiscales totales del país en 2020. Perú es el segundo mayor productor de cobre del mundo después de Chile y un importante proveedor mundial de plata y zinc.