El Tribunal Constitucional de Cabo Verde dictaminó esta semana que el empresario colombiano Alex Saab, considerado testaferro del dictador venezolano Nicolás Maduro, puede ser extraditado a Estados Unidos, donde se enfrenta a cargos de corrupción y lavado de dinero.
La decisión se produce casi un año después de que el empresario, que tiene documentos colombianos, venezolanos y de una isla del Caribe británico, fuera detenido cuando aterrizó en su jet privado para repostar en la capital del territorio insular africano.
Saab está acusado en Miami de gestionar una vasta red para que Nicolás Maduro y su gobierno sustrajeran fondos de la ayuda alimentaria a Venezuela, y de blanquearlos.
En marzo pasado, el Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental solicitó la liberación de Saab, pero el tribunal de Cabo Verde rechazó la petición y confirmó la autorización legal para extraditar al acusado a Estados Unidos.
Pero hasta ahora se desconoce cuándo será llevado Saab a territorio estadounidense. Supuestamente, Estados Unidos tiene una semana tras el fallo para completar la extradición.
Tras la decisión del tribunal constitucional de Cabo Verde, Saab y Maduro no tienen más recursos legales para impedir lo que es inevitable: la justicia y el fin de la impunidad, dijo Julio Borges un ex legislador venezolano cercano al líder opositor Juan Guaidó
Esto abre la puerta a hacer justicia a quien se ha enriquecido con el hambre y la miseria de los venezolanos, y que se convirtió en el artificio de la corrupción y los delitos que ayudan a sostener a Maduro y sus compinches.
Junto a su socio Álvaro Pulido, también acusado de blanqueo de capitales, Saab habría transferido unos 350 millones de dólares fuera de Venezuela a cuentas en el extranjero a su nombre o bajo su control.
Maduro, que proporcionó a Saab documentos venezolanos y apoyo diplomático, dijo que la sentencia era arbitraria. La oposición venezolana sostiene que Saab es un testaferro de Maduro y su familia. Sin embargo, en Caracas hay pintadas en paredes que piden la liberación del diplomático Alex Saab, mientras que la cancillería ha realizado múltiples protestas exigiendo su inmediata liberación, calificando toda la operación como un secuestro.
Hay mucho miedo en Venezuela no sólo por revelar cómo funciona el sistema de corrupción, sino también dónde está el dinero, y además él era el intermediario en muchos negocios del régimen de Maduro con países aliados, y ciertamente este señor domina mucha información, según el sitio de noticias Armando.info, que ha seguido durante años las andanzas financieras de Saab.
Nunca antes los chavistas habían invertido tanto tiempo y atención en tratar de convencer a Cabo Verde de que Saab tiene inmunidad diplomática.
La exfiscal general de Venezuela y ahora en el exilio Luisa Ortega ha identificado a Saab como el principal testaferro del régimen de Maduro y su familia y ha dicho que tiene pruebas de los manejos del empresario.
Desde su detención, hace casi un año, el equipo legal que apoya a Saab asegura que ha sido sometido a torturas físicas y psicológicas, que ha perdido peso y sufre de mala vista, y por último, pero no menos importante, su vida en Miami estará en gran peligro .