El presidente colombiano Iván Duque llamó a las autoridades de Panamá a encontrar una solución negociada a la crisis de los migrantes varados en la frontera de camino a los Estados Unidos.
Ya le di instrucciones muy claras a Migración de Colombia para que recopile toda la información y trabaje con las autoridades panameñas, dijo Duque en una entrevista televisiva este domingo.
Duque admitió que, primero lo primero, ambos países necesitaban resolver la crisis actual, “pero claramente estamos dispuestos a entregar toda la información que se requiera” por parte de Panamá.
El mandatario colombiano insistió en la importancia de que ambos países lleven a cabo procesos de deportación y retorno y también, cuando sea excepcionalmente apropiado, procesos de regularización, como así también que se tomen medidas para evitar que se repita una movilización de tan gran escala.
Desde hace varias semanas, miles de migrantes, entre menores y mujeres embarazadas, esperan en el puerto colombiano de Necoclí las lanchas que los lleven a la frontera con Panamá, próxima parada en su viaje hacia Estados Unidos o Canadá.
En su ruta, deben cruzar el Darién, un tramo de 266 km a través de una selva virgen de 575.000 hectáreas sin rutas terrestres, donde los migrantes se enfrentan a grupos criminales, animales salvajes y caudalosos ríos. Según datos oficiales, en 2021 unas 27.000 personas, entre ellas cientos de niños, cruzaron el Darién, más de un tercio de las cuales lo hicieron en junio.
La mayoría son haitianos y cubanos, pero también hay asiáticos y africanos. A su llegada a Panamá, todos son atendidos en diferentes albergues habilitados por el gobierno panameño y diferentes organismos internacionales, donde se les brinda asistencia humanitaria.
El sábado, el ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, anunció el inicio de diálogos inmediatos con Panamá para acordar que estos flujos migratorios tengan un enfoque de llegada al país centroamericano, mientras que la canciller de Panamá, Erika Mouynes, ha llamado a negociaciones al más alto nivel, al tiempo que pidió ayuda internacional, especialmente de los Estados Unidos.
Según se informó, hay al menos 15.000 personas varadas en Necoclí procedentes de Asia, África y de naciones de la región como Haití y Cuba. Su presencia se considera un signo de la crisis desatada por la pandemia a nivel mundial.
La Armada de Colombia ya recibió instrucciones de establecer un nuevo muelle en Necoclí y autorizó a las empresas navieras privadas a ofrecer el traslado de migrantes hasta el punto de ingreso a Panamá, mientras que una declaración de calamidad pública en el lugar y en la cercana Acandí se mantiene vigente con el fin de recibir ayuda de Bogotá en materia de saneamiento y suministro de agua potable para los migrantes.