Fuentes militares rusas han confirmado que el país está trabajando en lo que se conoce como un avión “Doomsday” (día del fin del mundo), una aeronave que puede servir como centro de comando en vuelo para el hipotético caso de un conflicto armado nuclear.
Los informes se hicieron públicos en medio del aumento en el alarde de las superpotencias sobre sus respectivas fuerzas militares. Mientras la OTAN continúan realizando ejercicios como el dirigido por la 6a Flota de la Armada de los EE. UU. desde el viernes en el Océano Atlántico Norte junto con Francia, Canadá y el Reino Unido, el presidente ruso Vladimir Putin montó esta semana una demostración a gran escala de sus unidades navales de todos los tamaños y calibres.
Según la agencia de noticias estatal RIA Novosti, el nuevo avión está en desarrollo en Voronezh y consiste básicamente en una versión modificada del Ilyushin Il-96-400M, que también es el avión presidencial.
Se espera que el gobierno ruso reciba al menos dos de los nuevos aviones, uno de los cuales ya está en producción.
Los aviones Doomsday, como se les llama comúnmente, son unidades de comando y control aerotransportados que se pueden usar para evacuar a los altos funcionarios en una emergencia y están equipados con tecnología para dirigir a las fuerzas armadas en caso de un desastre como una guerra nuclear.
Se espera que los nuevos aviones rusos reemplacen a los antiguos Il-80, que son versiones militarizadas de los transportes de pasajeros Il-86. A diferencia de los modelos originales, los aviones Doomsday no tienen ventanas, para proteger a sus ocupantes en caso de una explosión nuclear.
La información sobre el nuevo avión es limitada, pero RIA Novosti reveló que tendrá un alcance más largo que su predecesor y podrá comunicarse de manera efectiva con fuerzas nucleares estratégicas en un rango de aproximadamente 6.000 km.
El avión del Día del Juicio Final de Rusia rara vez aparece en las noticias, pero en diciembre pasado salió en todos los periódicos cuando unos ladrones irrumpieron en uno de los ellos mientras estaba en mantenimiento y robaron parte del equipo.
El avión “Doomsday” del ejército estadounidense es el E-4B, una variante militarizada Boeing 747-200. La Fuerza Aérea de EE. UU. dice que el avión está protegido contra pulsos electromagnéticos y blindado contra efectos nucleares y térmicos. La tecnología satelital también ofrece capacidades de comunicación en todo el mundo. Al menos un E-4B está en alerta en todo momento, según trascendió.
Los aviones estadounidenses y rusos de esta clase se construyeron por primera vez durante la Guerra Fría y fueron diseñados para los peores escenarios, pero también tienen otros propósitos y vuelan regularmente como parte de operaciones de rutina.
El plan de Rusia para mejorar su flota se produce cuando el país invierte en nuevas armas nucleares, algunas de las cuales se han denominado armas del día del juicio final. Un manual del Pentágono divulgado recientemente advirtió el año pasado sobre el mayor potencial de una guerra nuclear, citando en parte desarrollos rusos.
El presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, había dicho este martes que no se podía descartar una guerra real con armas y balas dados los ciberataques rusos y chinos.
En este escenario, el presidente ruso Vladimir Putin supervisó a principios de esta semana el desfile del Día de la Armada en San Petersburgo el 25 de julio. La Armada rusa hoy tiene todo lo que necesita para garantizar la protección de nuestro país y nuestros intereses nacionales, dijo Putin en la ocasión. Podemos detectar enemigos submarinos, de superficie o aéreos y apuntarlos si es necesario un golpe letal, agregó.
Otro desfile naval fue realizado por la Flota del Mar Negro de Rusia frente a Sebastopol, una región que Rusia qitó por la fuerza a Ucrania en 2014.