El viernes amaneció en Wall Street con la noticia de que MSCI había decidido degradar la economía argentina dos niveles, de Emergente a Stand Alone (o Independiente) y lo que los analistas de Buenos Aires temían el jueves por la noche se ha hecho realidad.
Las acciones de YPF que cotizan en Wall Street cayeron un 9,2%, Edenor perdió un 7,5% y el Banco Francés Argentina bajó un 5%. Estos resultados negativos también impactaron en la Bolsa de Valores de Buenos Aires, donde el índice S&P Merval se contrajo más del 4 por ciento.
El hundimiento de las empresas argentinas en Nueva York se había previsto tras el anuncio de MSCI el jueves de que Argentina dejaría de pertenecer al grupo de mercados emergentes el próximo año tras acceder a esa categoría en 2018.
Pero la calificación de MSCI fue incluso más severa de lo esperado, ya que colocó a Argentina incluso por debajo de las economías de frontera, lo que habría permitido algún margen de maniobra dentro de los mercados financieros.
La rebaja en sí misma no fue una sorpresa para una economía que impone duras restricciones al cambio de divisas. De hecho, para el mediodía del viernes, el peso argentino caía notablemente en el mercado no oficial, según los informes.
El mercado de valores argentino cotizó a la baja el viernes en respuesta a la decisión del mayor proveedor de índices del mundo.
El índice accionario S&P Merval de la Bolsa de Valores de Buenos Aires perdió 4,1%, en 64.211 puntos a las 12:30 horas, luego de haber alcanzado un nivel máximo histórico nominal de 69.688 en la primera mitad del mes.
Los índices pueden canalizar miles de millones de dólares de fondos hacia las economías en desarrollo. Los cambios en la clasificación tienden a desviar esos fondos a otros destinos más prometedores.
Argentina llegó a un entendimiento con el Club de París en su negociación por una deuda de unos US $ 2.400 millones, mediante un convenio puente hasta el 31 de marzo de 2022 para renegociar también los pagos de la deuda al Fondo Monetario Internacional (FMI).