La imagen del incendio con destrucción total de la Iglesia de la Asunción, a pocos metros de la emblemática Plaza Italia, Plaza Dignidad. en el centro de Santiago de Chile, marcó la jornada de protestas en el primer aniversario del estallido social que dio inicio a marchas multitudinarias y enfrentamientos con Carabineros (Policía) y fuerzas militares, que dejaron miles de heridos, una treintena de muertos y pusieron en jaque al Gobierno de Sebastián Piñera.
Esa ola de reclamos ciudadanos forzó un acuerdo político, por el cual se convocó a un plebiscito para saber si la ciudadanía quiere cambiar la Constitución heredada de la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet (1973-1990), que, tras ser pospuesto en abril por la pandemia, se realizará el domingo próximo.
Los manifestantes comenzaron a llegar desde las 11 de la mañana a la emblemática Plaza Italia, rebautizada popularmente como Plaza Dignidad, que estaba custodiada por Carabineros.
A medida que pasaban los minutos la tensión prevalecía y luego de un intento de las fuerzas del orden para disolver la manifestación, los uniformados dejaron el lugar.
Los manifestantes se tomaron la plaza pacíficamente durante toda la jornada y según cifras de carabineros, en su punto máximo alcanzó 50.000 personas. Muchos llegaron en bicicletas y otros caminando, ya que el centro de la ciudad se mantuvo cortado al tránsito vehicular, además de que las estaciones de subte cercanas están temporalmente fuera de servicio.
Los manifestantes llegaron portando banderas mapuches, chilenas y pancartas en contra del Gobierno y el sistema económico. Durante la mayor parte de la jornada, las manifestaciones se desarrollaron sin incidentes, respondiendo al llamado que hicieron las principales autoridades del país de cara a esta esperada jornada de protestas.
Pero después de las 16:30 comenzaron algunos incidentes violentos en los alrededores de Plaza Italia, como los incendios de dos iglesias, una oficina de seguros y saqueos de supermercados de la zona.
La Iglesia de la Asunción sufrió destrucción total, inclusive el campanario se derrumbó producto de las llamas, acto que fue festejado por manifestantes en el lugar.
El otro incendio se registró en la Iglesia San Francisco de Borja, la capilla institucional de Carabineros (policía), en el centro de la capital, cuando un grupo de hombres irrumpió y causó destrozos e incluso, un principio de incendio que fue apagado por bomberos, acción que terminó con cinco detenidos.
Otro de los puntos de violencia fue un incendio en las oficinas de la Mutual de Seguridad de la Cámara Chilena de la Construcción, que es una corporación sin fines de lucro que otorga cobertura en accidentes laborales. También se registró un ataque a la comisaría de la popular comuna (barrio) de Puente Alto.
En la plaza los manifestantes vivieron una jornada pacífica con pequeños incidentes aislados, como una pelea entre barras bravas de Colo Colo y Universidad de Chile, principales clubes de futbol chilenos, y el intento de agresión al alcalde (intendente) comunista de la popular comuna (barrio) capitalina de Recoleta, Daniel Jadue, quien tuvo que irse de Plaza Dignidad custodiado por sus simpatizantes.
Además, el icónico monumento al general Manuel Baquedano, en el centro de Plaza Italia, fue pintado completamente de rojo por los manifestantes, algo que ya había sucedido en manifestaciones anteriores.
El 18 de octubre de 2019 se registró en Santiago una violenta jornada de manifestaciones, con incendio de estaciones de subte, que dio inicio a una serie de protestas ciudadanas en todo el país, en un proceso bautizado como ”estallido social”.
Los chilenos se manifestaron para terminar con el sistema económico neoliberal, contra el alto costo de los servicios básicos y para cambiar la Constitución política redactada durante la dictadura, además de otras demandas sociales. Varias agrupaciones sociales y partidos políticos de la oposición llamaron a manifestarse hoy pacíficamente para recordar el primer año de las protestas,
Piñera, fuertemente cuestionado desde que empezó esta crisis, la más importante en 30 años de democracia, llamó a realizar una manifestación pacífica y respetando las medidas sanitarias impuestas a raíz de la pandemia de coronavirus, que en Chile ha dejado casi 491.943 contagios y 13.635 fallecidos confirmados.
La policía había anunciado para hoy el despliegue de unos 40.000 agentes para resguardar la seguridad, además del apoyo de militares en el caso de ser necesario, al mantenerse el estado de emergencia por la pandemia.