Wall Street bajó el viernes luego que nuevos casos del mortal coronavirus en China y el resto del mundo opacaron algunos resultados positivos de empresas estadounidenses.
China extendió su masiva cuarentena el viernes mientras que Estados Unidos confirmó el segundo caso de ese virus parecido al SARS en tanto que Francia reportó dos casos; los primeros en Europa.
Adam Sarhan de la firma 50 Park Investments dijo que el virus diseminado en China parece estar contenido pero si siguen apareciendo casos en todo el mundo, podría ser una mala señal para el crecimiento económico global.
Sarhan apuntó también que las pérdidas del viernes fueron fruto de la toma de beneficios tras las fuertes alzas de las últimas semanas.
El índice industrial Dow Jones cedió 0,6% a 28.989,73 puntos, el Nasdaq, de valores tecnológicos, perdió 0,9% y quedó 9.314,91 y el S&P 500, bajó 0,9% hasta los 3.295,47. En la semana el Dow Jones perdió 1,2%, el Nasdaq bajó 0,8% y el S&P 500 dejó 1%.
Las acciones relacionadas con el turismo fueron las más presionadas el por el impacto del virus. United Airlines bajó 3,5%, la cadena hotelera Marriott International perdió 2,7 % y Wynn Resorts cayó 3,1%.
Algunas compañías fueron premiadas por sus resultados trimestrales. American Express subió 2,8% tras buenos ingresos en la temporada de compras de fin de año mientras la acción del gigante de microprocesadores Intel se disparó 8,1% debido a sus elevadas ganancias de 2019.
En tanto el petróleo cerró este viernes en sus menores precios desde octubre con el mercado perturbado sobre el efecto en la demanda del mortal coronavirus que se disemina en China.
En Londres el barril de Brent para entrega en marzo bajó 2,2% a 60,69 dólares, mientras que en Nueva York el barril de WTI, también para marzo, cayó 2,5% y cerró en 54,19 dólares. En la semana ambos tipos de crudo perdieron: Brent cedió 6,4% y el WTI 7,4%.
China sigue dominando los intercambios de corto plazo, dijo Robbie Fraser de la Schneider Electric tras destacar que ese país es el mayor importador mundial de crudo.
Beijing ha tratado de detener la propagación de ese virus que ha cobrado la vida de 26 personas hasta el viernes. Unos 40 millones de personas están confinadas en la provincia de Hubei, que es el epicentro de la propagación. Numerosas celebraciones del Año Nuevo chino han sido canceladas.
Los mercados están preocupados por las restricciones a los desplazamientos impuestas en China lo cual frenará el consumo de combustible y enlentece toda la actividad económica.