El peronismo retornará al poder en Argentina desde este martes. Lo hará de la mano del presidente electo, Alberto Fernández, quien se dirigirá hoy a la Casa Rosada luego de presentar juramento en el Congreso ante la vicepresidenta saliente, Gabriela Michetti.
La compañera de fórmula de Fernández, Cristina Fernandez de Kirchner, será la primera en asumir el cargo de vicepresidenta a partir de las 11:30 en Buenos Aires, reemplazando a Michetti, que presidirá hoy la Asamblea Legislativa. Será la misma Michetti quien estará a cargo del juramento a Alberto, a pesar de la intención de Fernandez de Kircher de hacerlo ella misma. Esto se resolvió acordando respetar el artículo 93 de la Constitución Nacional, que indica que quien preside la Asamblea Legislativa sea quien tome juramento a los nuevos mandatarios.
Sin embargo, no todo es fiesta para el presidente entrante con la salida de Mauricio Macri, el primer presidente no peronista que logra terminar un mandato en tiempo y forma.
Fernández encontrará una situación económica debilitada por dos años consecutivos de caída del PIB (la CEPAL estima un -3% para 2019, la peor de la región después de Venezuela y Nicaragua) y una subida de la pobreza hasta el 40,8%, la mayor cifra en casi 20 años.
El nuevo presidente apurará la declaración de la emergencia económica, una fórmula que le permitirá hacer cambios estructurales por decreto, sin pasar por el Congreso. Para pelear contra la inflación, llamará a un gran acuerdo en el que participarán sindicalistas y empresarios dispuestos, los primeros, a moderar sus demandas salariales; y de subidas de precios, los segundos.
Una vez que Macri le entregue la banda y el bastón presidencial a Fernández, el flamante mandatario dará su primer discurso como presidente de Argentina, escrito por él mismo, según informó Infobae. Se espera que en su discurso aporte datos duros que victimice a su gobierno por la carga fiscal y económica heredada de la administración de Macri.
Esto se debe al pago de la deuda a partir del 2020. La “herencia M” será la carta a mostrar para justificar el mantra que se repite por estas horas entre los funcionarios entrantes: que no se pueden atender todos los vencimientos. Justamente aplicar esto es lo que tiene en la cabeza Martín Guzmán, quien asumirá como ministro de Economía: extensión de plazos de pago de capital, dos años de gracia para los intereses y cierre de todo el proceso en marzo de 2020.
Fernández pidió el retiro del vallado que servía como barrera divisoria entre la Plaza de Mayo y la Casa Rosada desde las revueltas del año 2001 para que la plaza sirva para “terminar con las divisiones y unir a la Argentina”.
En un video de 40 minutos de duración, Macri se despidió el pasado jueves con un balance muy optimista de su gestión. En el video subido a su Facebook, limitó la autocrítica al desempeño económico y describió los que considera los éxitos de su gestión: la integración de Argentina en el mundo, instituciones más sólidas, una justicia más independiente, una mejora energética y estadísticas oficiales fiables.
Como vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner tendrá a su cargo la titularidad del Senado. Kirchner ha tejido ya una red de apoyos que le permitirá controlar sin problema la Cámara Alta. Su hijo, el diputado Máximo Kirchner, liderará el bloque oficialista en la Cámara Baja
El último acto público del presidente saliente antes de la entrega de mando fue el domingo en Luján, en el interior de la provincia de Buenos Aires. Participó en una misa por la paz celebrada donde Macri y Fernández se abrazaron sin muchas pasiones, luego de cuatro meses de tensiones en la transición.