La economía del Reino Unido se contrajo en el segundo trimestre por primera vez desde 2012, un 0,2%, entre temores a las consecuencias de la salida sin acuerdo de la Unión Europea (UE) que parece determinado a ejecutar el próximo 31 de octubre el primer ministro británico, Boris Johnson. El dato está ampliamente por debajo de las previsiones de los analistas, y ha provocado una nueva caída de la libra.
El sector manufacturero fue el más castigado, con una caída del 2,3%, su peor dato desde abril de 2009, en medio de la crisis económica, y tan solo los servicios contribuyeron de forma positiva a la economía, con un crecimiento del 0,1%.
La actividad industrial se vio particularmente perjudicada por los planes de las empresas ante la anterior fecha del Brexit, el 29 de marzo. El sector hizo acopio de existencias durante los meses anteriores, además de en algunos casos adelantar el cierre de líneas de producción.
La perspectiva de que la próxima fecha límite, el 31 de octubre, implique un Brexit sin acuerdo ha agudizado la presión sobre la economía del país. El Banco de Inglaterra ha recortado esta semana dos décimas sus expectativas anuales de crecimiento, hasta el 1,3%, por la incertidumbre que causa el Brexit y las tensiones comerciales globales. La autoridad monetaria considera que hay una probabilidad de una entre tres que el PIB se contraiga, en términos interanuales, durante los próximos trimestres.
Poco después de conocerse los datos del segundo trimestre, la divisa británica caía este viernes un 0,32% frente a la comunitaria, hasta 1,0821 euros, y un 0,18 % respecto al dólar estadounidense, hasta 1,2112 dólares. A pesar de la contracción en los tres meses hasta junio, el ministro británico de Economía, Sajid Javid, aseguró que las bases de la economía del Reino Unido siguen siendo sólidas.
Los salarios están creciendo, el empleo está en niveles de récord y prevemos crecer más rápido que Alemania, Italia y Japón este año, dijo Javid, que recalcó que el crecimiento se está ralentizando en muchos países.
El Reino Unido entraría técnicamente en recesión si el PIB del tercer trimestre vuelve a ser negativo, un dato que se conocerá el 11 de noviembre. El Banco de Inglaterra calcula que existe un 33 % de riesgo de una recesión a principios de 2020 incluso con una retirada negociada del bloque comunitario y ha advertido de que las consecuencias de un brexit abrupto serían aún más duras.