La economía del Reino Unido se contrajo en el segundo trimestre por primera vez desde 2012, un 0,2%, entre temores a las consecuencias de la salida sin acuerdo de la Unión Europea (UE) que parece determinado a ejecutar el próximo 31 de octubre el primer ministro británico, Boris Johnson. El dato está ampliamente por debajo de las previsiones de los analistas, y ha provocado una nueva caída de la libra.