La economía del Reino Unido se contrajo en el segundo trimestre por primera vez desde 2012, un 0,2%, entre temores a las consecuencias de la salida sin acuerdo de la Unión Europea (UE) que parece determinado a ejecutar el próximo 31 de octubre el primer ministro británico, Boris Johnson. El dato está ampliamente por debajo de las previsiones de los analistas, y ha provocado una nueva caída de la libra.
El gobernador del Banco de Inglaterra (BoE), Mark Carney, advirtió que un Brexit sin acuerdo provocará un choque instantáneo para la economía británica.
Alan Turing fue preferido por sobre Stephen Hawking y Margaret Thatcher para figurar en los billetes de la denominación más alta del país.
Desde el fin del conflicto con los holdouts, Argentina se benefició de las tasas bajas a nivel global y logró solucionar sus necesidades de financiamiento en el mercado internacional. Pero los vientos pueden cambiar más temprano que tarde y ahora la estrategia diseñada por el Gobierno puede ponerla entre las economías más frágiles.
Los inversionistas enfrentarán una semana repleta de eventos que podrían quitar aire a los mercados, desde posibles señales de un mayor ajuste monetario por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos hasta las elecciones en Holanda, donde muchos operadores financieros temen un resurgimiento populista.