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Crecimiento de China se estabiliza en 6,4% interanual en primer trimestre

Jueves, 18 de abril de 2019 - 10:12 UTC
Een el primer trimestre de 2019, el PIB resistió e incluso creció más que la previsión media de 12 analistas consultados que esperaban un 6,3%. Een el primer trimestre de 2019, el PIB resistió e incluso creció más que la previsión media de 12 analistas consultados que esperaban un 6,3%.

El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en China se estabilizó en 6,4% interanual en el primer trimestre de 2019, a pesar de la demanda mundial a la baja y de la guerra comercial con Estados Unidos. La cifra fue anunciada el miércoles por la Oficina Nacional de Estadísticas (BNS), junto a otros indicadores más bien optimistas sobre la salud de la segunda economía mundial.

“La economía nacional mostró un rendimiento estable, con más factores positivos” que alentaron “una confianza de mercado reforzada”, dijo Mao Shengyong, un portavoz del BNS. En 2018, el crecimiento se frenó un trimestre tras otro (6,8%, 6,7%, 6,5%, 6,4%), en un contexto de esfuerzos de las autoridades para reducir la deuda y de tensiones comerciales con la administración del presidente estadounidense Donald Trump. Pero en el primer trimestre de 2019, el PIB resistió e incluso creció más que la previsión media de 12 analistas consultados que esperaban un 6,3%.

”Teniendo en cuenta la ralentización del crecimiento económico mundial y del comercio internacional, las crecientes incertidumbres internacionales y los importantes problemas estructurales internos (...) persiste la presión a la baja de la economía”, matizó sin embargo Mao Shengyong.

Para apoyar la economía real, el gobierno chino se comprometió en marzo a bajar en cerca de dos billones de yuanes (265.000 millones de euros) la presión fiscal y de las cotizaciones sociales a las empresas.

El gobierno chino intenta al mismo tiempo dar apoyo a las empresas que necesitan crédito pero sin aumentar demasiado el endeudamiento global del país, que ya es del 155% del PIB, según datos de la OCDE.

Por eso las autoridades alientan a los bancos chinos a aumentar sus préstamos a las pequeñas y medianas empresas, hasta ahora olvidadas en detrimento de los grandes grupos estatales, en muchos casos poco rentables.

“Con el aumento de préstamos que se acelera y el momento del mercado que mejora, la economía china volverá a crecer cuando haya tocado su punto más bajo, que quizás ya sea el caso”, apunta Julian Evans-Pritchard, un economista de la consultora Capital Economics.

A su vez el desempleo en China anunció un objetivo de crecimiento de entre el 6% y el 6,5% este año, después del 6,6% registrado en 2018, su nivel más bajo en 28 años. A pesar de ese objetivo más modesto, la tasa de desempleo urbano, un factor crucial para mantener la estabilidad social, bajó ligeramente de febrero a marzo, pasando del 5,3% al 5,2%. China intenta continuar con la estabilización de su economía, en detrimento de su industria pesada y favoreciendo el consumo interno. En este sentido las ventas al pormenor se mantuvieron estables en el primer trimestre (8,2% interanual), anunció el BNS.

Una buena cifra teniendo en cuenta que el mismo periodo cayeron las exportaciones, signo de la debilidad de la demanda mundial.

Otro factor positivo es el aumento de las inversiones en capital fijo -6,3% interanual en el primer trimestre- un poco más que entre enero y febrero (6,1%). Por su parte, la producción industrial registró un crecimiento más fuerte, del 6,5% interanual en el primer trimestre, 1,2 puntos más que en relación a enero-febrero. Con una economía que parece estabilizarse, los analistas advierten que el gobierno chino podría dejar de tomar medidas de estímulo.

“El banco central parece ser más prudente”, apunta Raymond Yeung, del banco ANZ. “Creemos que los que deciden volverán a evaluar la necesidad de medidas de estímulo suplementarias”, indicó en una nota. En paralelo, la guerra comercial entre China y Estados Unidos, que desde hace un año afecta a la economía china, parece cercana a una solución tras nueve reuniones de alto nivel entre negociadores de ambas potencias.

Sin embargo todavía no hay fecha para la firma de un acuerdo entre el presidente estadounidense Xi Jinping y su hómologo Donald Trump. Los dos países se imponen mutuamente aranceles sobre productos por valor de 360.000 millones de dólares anuales.