El Gobierno de Gibraltar reaccionó a la declaración de España el lunes relativa al tema del Peñón en el marco del acuerdo de Brexit alcanzado por le Unión Europea y el Reino Unido.
”Se ha tomado nota de los comentarios acerca de Gibraltar realizados esta mañana por el Ministro de Exteriores de España tras una reunión del Consejo de Asuntos Generales (General Affairs Council) de la Unión Europea.
El Ministro Principal se ha puesto inmediatamente en contacto con la oficina de la Primera Ministra [británica] en Downing Street.
En respuesta, el Gobierno del Reino Unido ha reiterado que el borrador del Acuerdo de Salida acordado la semana pasada incluye a Gibraltar. La Primera Ministra también ha expresado claramente que el Reino Unido no excluirá a Gibraltar de las negociaciones sobre la futura relación [con la UE] y ha repetido que desea alcanzar un acuerdo que resulte positivo para toda la familia británica.
No resulta sorprendente que Madrid busque plantear nuevas cuestiones sobre Gibraltar en el último minuto de nuestras negociaciones para salir de la UE. Plantear cuestiones en la penúltima hora es una táctica familiar que España ya ha empleado en el pasado cuando formábamos parte de la UE.
Resulta desafortunado que la posición adoptada hoy por Madrid vaya en un sentido contrario al positivo y constructivo enfoque experimentado durante las discusiones cara a cara que han incluido a Gibraltar durante el proceso de salida de la UE. Estas discusiones comenzaron bajo el Gobierno del Partido Popular en marzo y fueron continuadas por la administración entrante del PSOE a partir de junio.
El Ministro Principal del Gobierno de Gibraltar, Fabián Picardo, manifestó al respecto, 'No resulta sorprendente ver que el Gobierno español plantea cuestiones en el último minuto. La posición adoptada hoy por el Gobierno español contribuye muy poco a construir la confianza y el crédito mutuos de cara al futuro. El lenguaje de los vetos y exclusiones debería ser un lenguaje del pasado. No tiene lugar en la Europa moderna de hoy en día, en un momento cuando tanto el Reino Unido como Gibraltar están intentando construir una nueva futura relación positiva con la UE.