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Apoyo de la UE a May, pero subsisten problemas: Gibraltar, Irlanda del Norte, pesca, entre otros

Martes, 20 de noviembre de 2018 - 08:29 UTC
Tras 17 meses Londres y Bruselas cerraron un acuerdo que los cancilleres de los 27 dieron su visto bueno “globalmente” este lunes, según Michel Barnier Tras 17 meses Londres y Bruselas cerraron un acuerdo que los cancilleres de los 27 dieron su visto bueno “globalmente” este lunes, según Michel Barnier
Pero Theresa May enfrenta amenazas de una moción de censura en el Parlamento y el eventual veto avanzado por España por Gibraltar. Pero Theresa May enfrenta amenazas de una moción de censura en el Parlamento y el eventual veto avanzado por España por Gibraltar.
“Las negociaciones futuras sobre Gibraltar son negociaciones aparte. Y eso es lo que tiene que quedar claro” dijo este lunes el ministro español Josep Borrell “Las negociaciones futuras sobre Gibraltar son negociaciones aparte. Y eso es lo que tiene que quedar claro” dijo este lunes el ministro español Josep Borrell

Los 27 socios de Reino Unido en la Unión Europea (UE) expresaron su apoyo al proyecto de acuerdo de divorcio negociado a ambos lados del Canal de la Mancha, donde persisten oscuros nubarrones al inicio de una semana decisiva sobre el Brexit.

”Comienza una semana dolorosa en la política europea (...) 45 años de matrimonio difícil (con Reino Unido) están llegando a su fin“, aseguró a modo de oráculo el ministro austríaco Gernot Blümel, cuyo país ejerce la presidencia pro témpore de la UE, antes de una reunión en Bruselas.

Necesitaron casi 17 meses Londres y Bruselas para cerrar un acuerdo que aleje los malos augurios económicos de una separación sin acuerdo el 29 de marzo y al que los ministros de Asuntos Europeos de los 27 dieron su visto bueno ”globalmente“ este lunes, según el negociador de la UE Michel Barnier.

Pese a ello, la incertidumbre sobre el resultado del proceso iniciado por la victoria del Brexit en el referéndum británico de 2016 se mantiene por las amenazas de una moción de censura contra la 'premier' británica, Theresa May en Londres y el eventual veto avanzado por España por Gibraltar.

España pidió modificar el artículo 184 del texto del acuerdo de divorcio para plasmar claramente su posibilidad de vetar la futura relación que regirá entre la UE y este territorio británico, cuya soberanía reclama Madrid, al término de un período de transición previsto hasta finales de 2020.

”Las negociaciones futuras sobre Gibraltar son negociaciones aparte. Y eso es lo que tiene que quedar claro. Hasta que no quede claro (...) pues no podremos dar nuestro acuerdo“, dijo este lunes a la prensa en Bruselas el ministro español de Exteriores, Josep Borrell.

España quiere que esta línea también quede clara en la declaración política sobre la futura relación, un texto de unas 20 páginas todavía en negociación y que debe fijar las grandes líneas para la futura cooperación entre Reino Unido y la UE en materia comercial, política y de seguridad.

La Comisión Europea debe desvelar el martes este texto al que los mandatarios europeos deben dar su visto bueno el próximo domingo durante una cumbre extraordinaria en Bruselas, junto al acuerdo de retirada de 585 páginas tras resolver los flecos pendientes en este último.

Uno de ellos es la fecha en la que llegará a su fin, prórroga incluida, el llamado período de transición tras el Brexit. Ambas partes acordaron que la transición iría hasta el 31 de diciembre de 2020 y podría prolongarse una sola vez por un tiempo ”limitado“.

El domingo, los 27 socios de Reino Unido abogaron durante una reunión de embajadores en Bruselas por que la prórroga se extienda dos años más para finalizar un eventual acuerdo de libre comercio a ambos lados del Canal de la Mancha, según una fuente diplomática.

”Durante esta semana, haremos una propuesta definitiva sobre una fecha“, una decisión ”que se tomará de común acuerdo entre Reino Unido y los 27“, indicó Barnier, para quien una prolongación que ”no puede ser indefinida“ debe estar acompañada de ”un acuerdo de los británicos sobre su contribución financiera“ en ese período.

Otra de las cuestiones sensibles para la UE es mantener el acceso de su flota pesquera a las aguas territoriales de Reino Unido al final del período de transición. Países como Francia, España o Portugal expresaron su preocupación porque este punto no forma parte del acuerdo de divorcio.

El acuerdo del Brexit entra así en su recta final de negociación. Theresa May, que recibió este lunes el apoyo de la patronal británica, avanzó una ”semana intensa de negociaciones“. La primera ministra británica debe viajar en los próximos días a Bruselas, en una fecha por determinar.

Pese a lograr el sí de su gobierno al acuerdo de divorcio, May sigue enfrentando la presión del ala euroescéptica de su Partido Conservador en el parlamento británico que la amenaza con una moción de censura.

La solución alcanzada en el acuerdo de divorcio para evitar la reintroducción de una frontera para bienes entre la provincia británica de Irlanda del Norte e Irlanda, y preservar a su vez el acuerdo de paz de Viernes Santo de 1998 fue el detonante final contra la 'premier' británica y provocó la dimisión de cuatro de sus ministros.

El punto más controvertido es el llamado ”backstop“, una solución de último recurso que prevé que parte del Reino Unido se mantenga en una unión aduanera con la UE y por otra un mayor alineamiento reglamentario para Irlanda del Norte si no se llega a un acuerdo sobre la futura relación entre Bruselas y Londres.

El acuerdo negociado con Bruselas, si no se modifica, convertirá a Reino Unido en un ”Estado vasallo” de la UE, advirtió el ex canciller británico Boris Johnson, uno de los líderes del frente euroescéptico del Partido Conservador contra la primera ministra.

Los nubarrones se mantienen también sobre el parlamento británico por la oposición al acuerdo, en su redactado actual, del Partido Laborista, de los Liberales Demócratas y del pequeño Partido Unionista de Irlanda del Norte, aliado de los conservadores de May.