El presidente Donald Trump rindió homenaje a los valientes soldados de Estados Unidos que murieron durante la Primera Guerra Mundial, en una visita a un cementerio estadounidense al oeste de París, un día después de haber sido criticado por suspender su presencia a una ceremonia similar por la lluvia.
En un breve discurso en el cementerio, Trump dijo que él y otros funcionarios se reunieron en este lugar de descanso sagrado para rendir homenaje a los valientes estadounidenses que murieron durante la guerra que comenzó en 1914 y terminó en 1918, así como a las tropas francesas con las que lucharon.
Es nuestro deber preservar la civilización que ellos defendieron y mantener la paz por la que ellos dieron la vida hace un siglo, aseguró el presidente estadounidense, que elogió a los valientes guerreros que lo dieron todo por su familia, su país, Dios y libertad.
En el cementerio estadounidense de Suresnes, un suburbio de París, están enterrados los restos de 1.541 soldados estadounidenses caídos durante la Primera Guerra mundial. Es el símbolo de la participación de Estados Unidos en el conflicto.
Trump, dejó el cementerio para partir al aeropuerto de Orly (sur de París), desde donde partió hacia Washington. El sábado, Trump afrontó una lluvia de críticas por haber anulado por el mal tiempo una visita al cementerio de Bois Belleau, en el norte de Francia, donde descansan marines estadounidenses que combatieron en la Primera Guerra Mundial.
El viaje del presidente y la primera dama al cementerio y memorial americano en Aisne-Marne ha sido cancelado debido a las dificultades logísticas y de programación causadas por el clima, informó la Casa Blanca en un comunicado.
Algunos le reprocharon que la lluvia no impidió al presidente francés, Emmanuel Macron, a la canciller alemana, Angela Merkel, ni al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, participar en sus respectivos actos para conmemorar a los soldados de la Gran Guerra. Mientras que Trump visitaba el cementerio de Suresnes, el presidente francés inauguraba un Foro sobre la Paz, previsto como una tribuna para promover el multilateralismo, y al que asistieron, entre otros, el presidente ruso Vladimir Putin y la canciller alemana.