Una caída de las acciones, el aumento de la tensión comercial con China, un crecimiento mundial más lento y la presión verbal desde la Casa Blanca no afectarían los planes de la Reserva Federal de subir las tasas de interés en una economía que marcha según lo que ha previsto.
Las últimas 48 horas han incluido una baja de 800 puntos del Promedio Industrial Dow Jones y fuertes caídas de otros índices accionarios, una previsión de menor crecimiento mundial del Fondo Monetario Internacional (FMI) y una arremetida del presidente Donald Trump en la que dijo que la Fed estaba “loca” y era “muy agresiva”.
Pero los datos desde que la Fed se reunió en septiembre han estado en línea con la descripción del banco central de una economía en la que el históricamente bajo desempleo avanza con una inflación que marcha cerca del objetivo de 2 por ciento.
Las alzas graduales de tasas, llevándolas en el próximo año y medio más o menos a alrededor de un 3,4 por ciento desde el actual 2-2,25 por ciento, desacelerarían la economía un poco, pero mantendría controlados los precios durante una era sin precedentes de crecimiento sin recesión que abarca los años del ex presidente Barack Obama y el primer mandato de Trump.
Comparado con los últimos años, en los que la Fed ha batallado contra el alto desempleo y la débil inflación, es un escenario muy atractivo que la mayoría de los analistas y funcionarios han dicho que justifica lo que la Fed ha hecho hasta ahora y ofrece pocas razones para cambiar el rumbo.
Incluso el principal asesor económico de Trump, Larry Kudlow, calificando la opinión del mandatario sobre el presidente de la Fed, Jerome Powell, afirmó que piensa que el banco central estaba “en el blanco”, y que su capacidad de subir el costo del crédito era una señal de “salud económica que es algo que debe ser bienvenido y no temido”.
La tasa de desempleo en septiembre bajó a un 3,7%, un nivel no visto en casi medio siglo, mientras que el último reporte de inflación indicó que el ritmo de aumentos de precios sigue bajo control alrededor del objetivo de la Fed.
Incluso la fuerte alza de los rendimientos de los bonos estadounidenses, que ha asustado a los inversores en acciones esta semana, es una señal de una economía que marcha más normalmente de lo que lo hecho desde la crisis financiera.
Los comentarios de Trump y la baja de las acciones “no serán suficientes para evitar que la ‘loca’ Fed suba las tasas nuevamente en diciembre”, escribieron el jueves analistas de Capital Economics tras los últimos datos de precios al consumidor que, aunque levemente por debajo de las expectativas, aún está casi en línea con los planes del banco central.