”China ha recibido la invitación de la parte estadounidense y le da la bienvenida. Ahora las dos partes están en comunicación para (concretar) los detalles”, señaló. La invitación se produce en un momento de escalada de tensión por la posible aprobación de una nueva oleada de aranceles en Washington a bienes importados chinos por valor de 200.000 millones de dólares.
China considera que la escalada de las disputas comerciales no sirve al interés de ninguna parte, destacó Geng, quien subrayó que desde las últimas conversaciones, que se celebraron en Washington en agosto, ambos equipos negociadores han estado en contacto y han intercambiado su visión y preocupaciones sobre la situación.
La posibilidad que Beijing y Washington retomen las reuniones y trabajen por buscar una solución al conflicto comercial ha sido bien recibida por las bolsas chinas, que cerraron la sesión con ganancias después de días consecutivos de caídas. Los equipos de negociación chino y estadounidense ya han mantenido cuatro rondas de reuniones y la última de ellas estuvo encabezada por el viceministro de Comercio chino, Wang Shouwen, y el subsecretario del Tesoro norteamericano, David Malpass.
Ambos países ya habían celebrado tres encuentros antes del verano, no obstante, ninguno de ellos consiguió disuadir al Presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles a productos importados chinos (la mayoría tecnológicos) por importe de 34.000 millones de dólares el día 6 de julio. Beijing respondió con medidas análogas que impactaban principalmente a bienes agrícolas, en particular la soja.
Posteriormente, entró en vigor una segunda tanda de gravámenes a productos chinos cuyo valor ascendía a 16.000 millones de dólares -completándose así la lista inicial que anunciaba aranceles a bienes por 50.000 millones- y China reaccionó de nuevo aplicando tarifas a productos estadounidenses por ese mismo valor.